Castilla y León

El avance de la primavera relega los virus respiratorios a diagnósticos «esporádicos»

Los datos constatados en este documento, que la Consejería de Sanidad publicó en la tarde de este martes, dibujan una línea descendente que se afianza en las últimas semanas, después de que la primavera se estrenara con los contagios resistiendo. El informe consigna una tasa de incidencia de infecciones respiratorias de 410 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 476 diagnósticos de la penúltima evaluación, la correspondiente al periodo que va del 21 al 27 de abril.

Con la tasa de incidencia muy por debajo del umbral epidémico, lo que sí plasma el informe de la Red Centinela es que se dan «detecciones esporádicas de virus de la gripe, metapneumovirus, virus de la parainfluenza y rinovirus». Los tres últimos son los causantes del resfriado común y de cuadros catarrales que pueden cursar con dolor de garganta, que se suma a la congestión nasal, la tos o la fiebre.

La situación de esta última semana mejora respecto a lo que las muestras analizadas y los pacientes atendidos reflejaban en la anterior, cuando se detectaban infecciones por metapneumovirus en menores de 5 años y en mayores de 65 y virus de la parainfluenza en lactantes. Son perfiles en los que se pueden dar complicaciones que precisen atención hospitalaria. Completaba el cuadro de patógenos infecciosos la gripe AH3 en población general.

La tendencia descendente de las patologías respiratorias que llegan ahora a las consultas de los médicos y pediatras de Atención Primaria suponen la pérdida de tono de una campaña otoñoinvernal que ha transcurrido en Castilla y León en niveles moderados. El pico de contagios de gripe se produjo tras las navidades, pero que no comprometió la actividad asistencial en consultas ni hospitales, según destacaron los responsables de la Consejería de Sanidad en ese momento.

El equipo que encabeza el consejero Alejandro Vázquez estiró los llamamientos a la vacunación frente a la gripe y a la covid-19 hasta bien entrado 2025, con mensajes que tenían como destinatarios no solamente la población que se considera más de riesgo por sus patologías o la convivencia con personas vulnerables desde un punto de vista de la salud, sino también a la población en general y, sobre todo, a los sanitarios y los trabajadores de centros de mayores y personas con discapacidad, colectivos que están más en contacto con los virus por su actividad cotidiana o con personas que pueden sufrir complicaciones si se contagian y que presentan una porcentaje importante de profesionales que no se vacunan.

La campaña se ha desarrollado con una escasa circulación de la covid-19. El riesgo de enfermedad o neumonía provocadas por este coronavirus lleva en nivel no epidémico 42 semanas seguidas, mientras que el de la gripe sí traspasó ese umbral, aunque con nivel bajo, desde la segunda mitad de diciembre hasta principios de marzo.