La atención en consultorios rurales será la primera prueba del pacto de reconstrucción de Castilla y León

La atención sanitaria en los consultorios médicos de los pueblos será el primer 'testigo' para medir el cumplimiento del pacto por parte de la Junta. Se hará con cita previa y triaje telefónico por parte del personal sanitario, pero con asistencia en locales por los que lleva sin aterrizar un médico o profesionales de enfermería desde que se declaró el estado de alarma. La apertura se «normalizará» apuntó el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, tras la firma. En el PSOE de Luis Tudanca precisaron que estarán vigilantes.

La aplicación del acuerdo comenzará hoy mismo por el punto 34, que habla de «profundizar en la simplificación administrativa», de reducir plazos y eliminar trámites. Un clásico en los programas de los gobiernos de Juan Vicente Herrera, retomado por el de Mañueco e Igea (con previsión en el calendario de cambios normativos de este año) e incorporado al pacto de reconstrucción. El Consejo de Gobierno de la Junta probará hoy novedades de regulación en este sentido.

El pacto incluye medidas que requieren un aplicación urgente y otras que implican reformas en el medio plazo. La factura inmediata del mismo superará los 1.100 millones de euros y será necesario un flujo contundente de fondos estatales y europeos. El primer ingreso de la parte que recibirá la comunidad de los 16.000 millones del Fondo Covid llegará en julio. La Junta estima que corresponderán a Castilla y León alrededor de 545 millones de la bolsa de 9.000 que se destinarán a pagar el coste sanitario del coronavirus.Habrían sido 125 más, pero el Gobierno cambió para Educación y transporte de cercanías mil millones de Sanidad y otros 1.000 de Servicios Sociales.

En el calendario urgente se sitúan todas las medidas necesarias para hacer frente al control de brotes de coronavirus y a una posible segunda oleada de la covid-19,tanto en los centros de salud como en los hospitales y residencias de mayores. Desde contar con suficiente estocaje de equipos de protección, a la contratación de personal sanitario en Atención Primaria y epidemiólogos para «abordar la desescalada» o el incremento de puestos en las UCI. Se prevé que las 166 camas que tenían los hospitales antes de la covid crezcan hasta situarse en el entorno de las 210.

En el ámbito educativo incluye un compromiso de ayudas a familias vulnerables para compra de ordenadores para evitar que un nuevo confinamiento deje a esos niños en la cuneta escolar, valorado en 3 millones de euros y otros más ambiguos, como el impulso a la extensión de la banda ancha en el territorio rural. Otro clásico en las aspiraciones autonómicas equiparable a la reducción de la burocracia.

En paralelo a las actuaciones necesarias en el corto plazo discurrirán las reformas de largo alcance: la del modelo sanitario, la ley con la que se pretende regular la atención residencial a los mayores o el plan de inversiones sociales prioritarias. El acuerdo resucita el 'Banco de Pensadores' que puso en marcha Juan Vicente Herrera y que tuvo un final mortecino, esta vez como un'Grupo de Expertos de la Sociedad de la Comunidad'. Su misión consistirá en elaborar propuestas, que luego una 'Conferencia de la Sociedad de la Comunidad' trasladará a iniciativas técnicas que permitan su puesta en marcha.

Los firmantes participaron ayer de una mañana de concertación política. «A pesar del trecho ideológico que nos separa hemos sido capaces de construir, acordar, consensuar y concordar», valoró Pablo Fernández, secretario autonómico de Podemos.

Francisco Igea, vicepresidente de la Junta, puso voz a Cs y aseguró que el pacto «se lo debemos a los que hoy nos faltan» por la covid. El dirigente naranja conminó a «ser honestos no solo en la firma, sino cumpliendo la letra y el espíritu» del documento.

«Me da igual quién gane políticamente con este acuerdo, lo único que quiero es que nadie pierda y creo que gana Castilla y León», remarcó Luis Tudanca. El socialista precisó que el documento de 86 medidas es la prueba de la palabra dada por el PSOE de «tender la mano» a la Junta ante la pandemia. «Si la política no es útil ahora, si no estamos a la altura hoy, ¿cuándo?», manifestó Tudanca, quien calificó el acuerdo como una «respuesta frente al ruido y la furia a la que algunos quieren llevarnos». En esa lectura de ejemplo para los dirigentes nacionales coincidieron Pablo Fernández y Francisco Igea.

El presidente de la Junta recordó que el documento pactado está «abierto a la sociedad, a la participación». A sindicatos, empresarios, organizaciones agrarias, ayuntamientos... Fernández Mañueco defendió que esta crisis puede convertirse en una «oportunidad» y volvió a reiterar que su Gobierno cumplirá el acuerdo «sin subir los impuestos». Mantener esas dos premisas, cumplir las medidas y no incrementar tributos, dependerá del apoyo presupuestario del Gobierno central.

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