«En el Hospital de Burgos no hubo sobrecostes sino mayor inversión»

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha negado hoy que existan irregularidades en la construcción y gestión del nuevo Hospital de Burgos y ha defendido que con el modelo concesional la «rentabilidad social» se antepuso a la económica para disponer antes del complejo.

En la primera comparecencia de un presidente autonómico ante una comisión de investigación en las Cortes de Castilla y León, Herrera ha abierto la sesión con una intervención inicial en la que ha fijado algunos de los argumentos que posteriormente ha reiterado en la contestación a los grupos parlamentarios, como que Burgos no dispondría hoy del nuevo hospital sin haber optado por la fórmula concesional, que es «legal, útil y eficaz».

El presidente, como recoge EFE, se ha declarado «firmemente convencido» de que la decisión tomada en 2004 de construir el Hospital mediante la fórmula concesional -un grupo de empresas construye de forma más rápida la infraestructura a cambio de gestionar los servicios no asistenciales y un canon anual- fue un acierto y ha insistido en que esta opción es utilizada en otras autonomías, hasta el punto de citar a su homóloga socialista andaluza, Susana Díaz, como defensora de esta opción.

Ha recordado que, tras varios modificados del proyecto y de las cuantías presupuestarias que se abonan a la empresa concesionaria (Eficanza) y tras la última revisión del IPC, el precio final del contrato hasta 2036 asciende a 1.379,18 millones de euros -sin incluir el IVA-, con una anualidad promedio de 56,64 millones, que retribuyen la inversión realizada por las empresas, el mantenimiento del hospital y el coste de explotación de catorce servicios no asistenciales.

Herrera ha sorprendido a sus interlocutores al optar por contestar uno por uno a los portavoces de los grupos, el primero de ellos al del Grupo Mixto, José Sarrión (IU-Equo), quien ha centrado sus críticas en la falta de respuesta a una de las cuestiones que considera claves, como es la aprobación de modificados poco antes de que la empresa fuera a incumplir el plazo previsto para la obra y las razones por las que no se optó por sancionarla como establece el contrato.

Herrera se ha escudado en que tanto el Consejo Consultivo como el Tribunal de Cuentas han avalado el proceder de su Ejecutivo sobre los modificados del proyecto, hasta el punto de que ha dicho que se ha sentido «jurídica y éticamente» respaldado en sus decisiones.

Posteriormente, en contestación a las preguntas del representante de Ciudadanos, Manuel Mitadiel, Herrera ha afirmado que sin el modelo concesional que se utilizó para su construcción se hubieran quedado «colgados con la obra» por la crisis económica, ya que, visto con perspectiva, la crisis hubiera impedido dedicar tantos recursos como para que entrara en servicio en 2011.

Mitadiel ha puesto en duda la viabilidad del modelo y le ha preguntado a Herrera si no hubo informes que desaconsejaran su uso, dados los perjuicios financieros que supondrá para la comunidad en los próximos años, y le ha planteado igualmente las «contradicciones» que encierra el proyecto al comprobar que las empresas tampoco tenían la capacidad suficiente para afrontar en solitario la construcción y necesitaron de un crédito del Banco Europeo de Inversiones -128 millones-, con el aval de la Junta de Castilla y León.

«¿Qué tiene de malo conseguir un préstamo del BEI para un proyecto singular?», le ha contestado Herrera, quien ha reconocido que todos los modelos tienen «luces y sombras», pero ha pedido no tener que ir «pidiendo perdón» por haber optado por la fórmula concesional que considera «positiva».

«No es una opción ideológica, es una opción de quien gobierna», ha resumido Herrera, quien sin embargo ha reconocido que actualmente «no está sobre la mesa» la posibilidad de recurrir a la concesión público privada para afrontar otras inversiones en infraestructuras, sean sanitarias o de otro ámbito.

En varios momentos de su intervención el presidente ha comparado la experiencia con el Hospital de Burgos respecto a otros hospitales construidos con presupuesto propio, especialmente con el vallisoletano Río Hortega, para resaltar que también hubo modificados económicos y el plazo de construcción fue de 8,5 años frente a los 5,5 del complejo burgalés.

La representante de Podemos, Laura Domínguez, ha cuestionado los informes de viabilidad para optar por el modelo concesional y ha reprochado a Herrera que no aclarara por qué se optó por modificados del proyecto para ampliar el plazo de construcción en lugar de sancionar a la empresa por los retrasos, en el mismo sentido de lo planteado por Sarrión (IU-Equo).

Domínguez también ha aludido a la posibilidad de que las empresas constructoras utilizaran materiales de peor calidad que la prevista en el proyecto, por lo que le ha pedido opinión al presidente.

Sobre las deficiencias constructivas criticadas por la procuradora de Podemos, Herrera ha dicho que «una golondrina no hace primavera», en referencia a que los desperfectos puntuales no pueden llevar a pensar que hay problemas estructurales en la construcción., pero Domínguez le ha replicado que «hay deficiencias que se ven a simple vista».

El último grupo de la oposición en intervenir ha sido el Socialista, cuya representante, Mercedes Martín, ha planteado una batería de preguntas que el presidente ha dado en su mayoría por contestadas en sus intervenciones previas.

No obstante, tras comprobar que la procuradora socialista le preguntaba por alguna vinculación personal con las empresas adjudicatarias de la construcción y gestión del hospital de Burgos, su ciudad de origen, Herrera ha negado tajante: «ninguna vinculación, ninguna».

Martín ha insistido en que con la opción de la concesión la Junta había «privatizado» el complejo hospitalario burgalés, lo que también ha negado el presidente para sostener que «de privatización nada de nada».

El presidente de Castilla y León ha defendido que la adjudicación «fue absolutamente correcta», y la hizo el órgano de contratación tras escuchar a la mesa de valoración «con total objetividad» en respuesta a uno de los interrogantes de la batería de preguntas que le ha formulado Martín en la comisión de investigación.

Ante la insistencia de la procuradora socialista para que se recupere el modelo público del hospital, Herrera ha reconocido que no se trata de «rectificar» sino de estar atentos a las conclusiones que haga la comisión de investigación, para «valorar el modelo y el resultado del modelo».

Las últimas palabras de Herrera ante la comisión de investigación sobre el Hospital de Burgos han sido que gracias a esta instalación y su fórmula concesional la asistencia sanitaria en su zona es «no sólo mejor, sino más pública que nunca».

Ha criticado a quienes «irresponsablemente agitan falsedades», como que Eficanza se puede estar lucrando «en perjuicio de la sociedad burgalesa y del conjunto de contribuyentes».

Herrera ha insistido en que «siempre es deseable la ausencia de modificados» en las obras públicas, aunque ha añadido por última vez ante la comisión que una de esta «magnitud debe necesariamente tener un carácter dinámico para no envejecer durante su realización».

En este punto, ha repetido uno de los tecnicismos con los que ha 'obsequiado' a los presentes, el denominado 'ius vairandi', en referencia a la «potestad de modificar el contrato para adecuarlo al interés público cuando surjan nuevas necesidades».

«No es veraz hablar de hospital privado y tampoco de sobrecoste en el nuevo Hospital de Burgos, sino de mayor inversión», ha remachado con uno de los argumentos fuerza de sus intervenciones a lo largo de la mañana.