Un batido refrescante en Valladolid con el chocolate como protagonista

Ante el calor sofocante de las tardes de verano vallisoletanas, las bebidas refrescantes se han convertido en las mejores aliadas de todos aquellos que quieran tomarse un trago bien fresquito. Para los que se encuentren en la capital del Pisuerga durante la temporada estival y, para los amantes del dulce, no hay mejor plan que probar uno de los batidos más famosos de la ciudad. Eso sí, cargado de condimento y con productos bien fríos para sobrellevar los calurosos días de verano.

Situado en pleno centro de Valladolid, a escasos metros de la plaza Santa Cruz, nos encontramos con uno de los bares más clásicos de la ciudad en cuanto a batidos y coctelería se refiere, La Alborada. Inaugurado en 1982 por Javier Pérez y ubicado en la calle Alonso Pesquera número 3, se ha convertido en una parada obligatoria para los amantes del dulce y de las bebidas combinadas.

Bruno Acosta es el gerente del bar aunque primero trabajó nueve años bajo los el mando de Pérez, por lo que conocía de primera mano cómo se trabajaba en el establecimiento y cuáles eran sus productos más vendidos. Cuando cogió las riendas del negocio se propuso mantener tanto la esencia como la calidad de uno de los bares más queridos por los vallisoletanos.

Este año nos acercamos hasta este céntrico bar de Valladolid para probar una de sus propuestas sin alcohol. El anterior verano le tocó al cóctel 'sex on the beach' y este año le toca «a su batido más famoso de 'Ferrero Rocher'», apuntaba Acosta.

A primera hora de la mañana Bruno comienza a atender y servir a los clientes que se acercan a probar sus dulces y refrescantes combinaciones. Disponen de decenas de bebidas para elegir, desde batidos naturales hasta granizados bien cargados de hielo y también una gran variedad de cócteles que se puden consultar en carta.

La bebida más aclamada por los amantes del dulce es el batido de 'Ferrero Rocher'. Acosta prepara todos los ingredientes necesarios antes de elaborar la mezcla y saca una bola de helado de chocolate que mezcla en una batidora junto a leche y una «esencia de avellana» que, unida al chocolate, «recreará el sabor» de la famosa marca de bombones, explicaba Bruno.

Una vez la mezcla está elaborada, la sirve en una enorme copa a la que corona con una deliciosa capa de nata recién elaborada y esparce por encima trocitos de almendra picada. Para terminar de montar el batido, coloca piezas de diferentes frutas y varios barquillos para acompañar. Además, también sirve un buen cuenco de snacks y chucherías para picar, todo ello por 7 euros.

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