Los bancos de alimentos de España se reúnen en Burgos para diseñar sus estrategias futuras

Representantes de los 56 bancos de alimentos repartidos por toda la geografía española se reúnen hoy y mañana en Burgos, sede elegida para la celebración del XXII Congreso de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal). La cita, inaugurada formalmente esta mañana con la presencia, entre otros, del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, pretende servir como punto de encuentro para compartir experiencias y, sobre todo, diseñar la hoja de ruta de cara a los próximos ejercicios.

Y dos son los temas sobre los que se ha querido hacer especial hincapié este año a través de sendas ponencias. La primera de ellas abordará el propio futuro de los bancos de alimentos, su estructura, su organización y las posibilidades de mejora de la eficiencia. La segunda se centrará de manera específica en la lucha contra el despilfarro y desperdicio de alimentos, uno de los grandes caballos de batalla de la organización.

Así lo ha reconocido el propio Nicolás Palacios, presidente de Fesbal, quien ha recordado que ese es uno de los pilares fundacionales de los bancos de alimentos. Sólo en España, ha señalado, se desperdician cada año 7,7 millones de toneladas de comida según las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Se trata, sin duda, de cifras alarmantes, sobre todo teniendo en cuenta que «el 42 por ciento» de todos esos desperdicios se generan en los hogares.

«Vivimos en una cultura que ignora al que lo está pasando mal» y que se basa en un «espíritu consumista», lo cual «nos preocupa muchísimo», ha asegurado Palacios. No en vano, ha añadido, con solo «la mitad» de los 7,7 millones de toneladas que se desperdician cada año en España se podrían cubrir las necesidades de todos los beneficiarios de la organización. Ni que decir tiene que con los 1.300 millones de toneladas de comida que se desperdician o despilfarran en todo el mundo cada año se podría acabar con todas las hambrunas.

Por eso, desde Fesbal se hace especial hincapié en la necesidad de profundizar en el ámbito de la sensibilización social. Para ello, la organización ha promovido una cátedra en Madrid destinada específicamente a este cometido, la cual está empezando a dar sus frutos. Eso sí, no todo está perdido, ya que España es «generosa», como así lo demuestran los datos que cada año obtiene la organización en la Operación Kilo, en la que España es «líder» europeo. En total, la organización calcula que cada ciudadano dona 0,7 kilos de comida al año, una cifra muy superior a la registrada en Francia (0,22 kilos por persona y año) o Italia (0,19 kilos).

Sea como fuere, la principal conclusión extraída de la jornada es que, lamentablemente, los bancos de alimentos siguen siendo necesarios, como sus propios responsables reconocen. Y eso a pesar de que la mejoría económica parece que empieza a notarse. De hecho, durante el año pasado se redujo un 3 por ciento el número de beneficiarios respecto a 2015, año en el que se tocó techo.

Aún así, las cifras hablan por sí solas. Durante el pasado ejercicio, los 56 bancos de alimentos del país gestionaron un total de 153 millones de kilos de alimentos repartidos en 750 millones de raciones destinadas a cubrir las necesidades de alimentación básicas de 1.511.000 personas. Sí, son cifras menores a las de 2015, pero también muy superiores a las registradas antes de la crisis, que comenzó a notarse sobre todo a partir de 2010.

En total, los bancos de alimentos cuentan con la colaboración «desinteresada» de 3.225 voluntarios «permanentes», quienes acuden todos o casi todos los días a las instalaciones de la organización repartidas por todo el territorio nacional sin recibir contraprestación alguna más allá de lo que ha venido a llamarse «salario emocional».

Su ejemplo se traslada también a otros ámbitos sociales, como demuestra el hecho de que el volumen de alimentos gestionados por los bancos no hace sino crecer de manera continuada. Gracias a ello, la organización pudo el año pasado recuperar el volumen de más de cien kilos de comida por beneficiario al año que se había perdido en los últimos años.

En este sentido, el presidente de la Junta ha valorado el desempeño de una organización que ha calificado de «necesaria». «No debemos olvidar que mientras exista necesidad en una familia de acceder a algo tan esencial como es la alimentación, todos los esfuerzos públicos y privados serán imprescindibles», ha asegurado Herrera. Y más, en «años de intensa crisis». A este respecto, Herrera también ha recordado que la propia Administración Autonómica cuenta con una «red de atención a personas vulnerables» a través de 23 programas diferentes vinculados a la vivienda, las ayudas de urgente necesidad o la alimentación, entre otros. A partir de ahí, la Junta está trabajando en la elaboración de un proyecto de ley para consolidar la red de trabajo tejida tiempo atrás con «el tercer sector» y que ésta se mantenga como herramienta de trabajo sea cual sea el escenario económico.