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La irrupción de la pandemia cambió el ritmo de todo y, por supuesto, los objetivos. En esos momentos, mis prioridades se centraron en la desinfección de los edificios públicos, el baldeo de las calles que en ese momento se consideraba útil, la búsqueda incesante de mascarillas y gel hidroalcohólico que estaban a precios exorbitados. En definitiva, proteger a las personas y sus vidas. Recuerdo con admiración aquel grupo de agricultores que se ofreció voluntario para baldear las calles con sus abonadoras rociando las calles con hipoclorito sódico coordinados a la perfección por mi teniente de alcalde o los grupos de mujeres que bajo la supervisión de nuestra concejala tejieron mascarillas de tela para proteger a la población. Ahí se vio la humanidad y la solidaridad del pueblo horcajeño.
¿Qué se ha ejecutado durante estos años a pesar de la crisis del coronavirus? Se ha procedido al arreglo de todos los edificios públicos con eliminación de humedades, colocación de canalones, pintura y reformas generales. El tanatorio, el ayuntamiento, el bar de las piscinas, las piscinas instalando un liner para evitar el despilfarro de agua ante las continuas fugas. Además, se han puesto en valor fiestas tradicionales como la matanza que acabamos de celebrar y la siega que llegará este verano. Los encierros por nuestras calles gracias a la colaboración de la Asociación Taurina de San Julián, las carreras de galgos con la asociación de reciente creación «La Picona». En definitiva, se ha apostado por el mundo rural activo en toda su esencia.
Para los jóvenes se han desarrollado cursos, se ha reformado la biblioteca creando un espacio de lectura y estudio e impulsado un campo de voluntariado en torno a la figura de Carlos V, personaje histórico que pernoctó en Horcajo en su retiro a Yuste. Este verano celebraremos su segunda edición.
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Asimismo, se ha dado una vuelta al parque municipal, cambiando las atracciones para los niños, colocando bancos con mensajes. De cara al futuro, queremos concluir el paseo al cementerio muy demandado por nuestros mayores, una pista de pádel para nuestros jóvenes, arreglo de tuberías y cambio de parte de la luminaria para la reducción de los costes de luz cuyos precios están por las nubes.
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