Un año sin el arqueólogo e historiador Emilio Rodríguez Almeida

La ciudad de Ávila ha rendido homenaje a Emilio Rodríguez Almeida un año después de su fallecimiento. Su mujer, presente en el acto conmemorativo, ha dicho de él que fue un hombre «extraordinario»; ninguno de los amigos y alumnos que han participado en la mesa redonda ha declarado nada que desmienta ese adjetivo.

Rodríguez Almeida, historiador, arqueólogo y escritor (entre muchas de sus competencias) ha dejado un legado de obras y enseñanzas compartidas con el público que se ha acercado al Episcopio para recordarle.

Su viuda, emocionada con la acogida del homenaje, ha agradecido su presencia a los asistentes, afirmando sentirse «feliz» por haber estado casada con un hombre al que ha calificado con un simple adjetivo: «extraordinario».

La teniente de alcalde de Cultura, Sonsoles Sánchez-Reyes, ha confesado que aún es pronto para abarcar a Almeida «en toda su grandeza». Ha agradecido a su faceta de arqueólogo el ver la muralla «con otros ojos» y conocer mejor «nuestra propia identidad».

Sus alumnos lo admiran por sus conocimientos y su capacidad como comunicador. Javier Méndez, uno de sus últimos discípulos, ha explicado que aparte de humilde, Almeida era un gran narrador: «empezaba a hablar y te embarcaba, te llevaba donde él quería».

El mundo del periodismo también ha estado representado, con David Casillas, de Diario de Ávila, y Carlos Aganzo, director de El Norte de Castilla, entre los asistentes de la mesa redonda: el primero como moderador, el segundo como participante.

Sus amigos más íntimos no dudan en hablar de Almeida en términos de la más alta estima. Francisco Ruíz de Pablo ha declarado que, como íntimo suyo, reconoce su eminencia en muchos campos, pero en cuanto a anforología y estudio de la Roma imperial, «coronó la cúspide de la gloria».