
Noelia Seller, enferma de covid persistente
Especial cinco años de la pandemia
«El insomnio no ha parado»Secciones
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Noelia Seller, enferma de covid persistente
Especial cinco años de la pandemia
«El insomnio no ha parado»Noelia Seller se percató, como muchos otros antes que ella, de que tenía covid-19 por la fatiga «tremenda» que empezó a sufrir de un ... momento para otro. Era junio de 2022. Intentaba fregar los platos y tenía que meterse en la cama. «No podía hacer nada; ir a la cama o al baño era como andar 42 kilómetros por lo menos», recuerda esta mujer, de 43 años. A ese cansancio interminable se fueron sumando otros síntomas como dolor de cabeza o «muchísima fiebre». A efectos oficiales, a nivel test de antígenos, el virus desapareció, pero el dolor de estómago, cosquilleos en las piernas o manchas en la piel se mantuvieron en el tiempo, hasta que se contagió de nuevo, octubre de 2023.
A esos síntomas de la primera vez se sumaron en ese momento otros que aún padece hoy en día. «La niebla mental se multiplicó por no sé cuanto; había veces que me costaba muchísimo concentrarse y pensar. Todos los síntomas que ya tenía antes se agravaron muchísimo, fue como si me cayera una losa encima», lamenta. Pero no solo eso. Casi tres años después de contagiarse, aún no es capaz de descansar más de cinco horas seguidas.
También sufre fuertes dolores en el estómago, incapacidad de concentrarse e inflamación de tendones. «El insomnio no ha parado; el día que duermo cinco horas soy una mujer afortunada», admite Seller, al tiempo que incide en que la covid todavía le hace tanta mella que hay días que tiene que quedarse en casa. «Hay veces que directamente no puedo sacar a pasear al perro porque me duelen mucho las piernas o las manos o porque me fatigo muchísimo», añade.
Pero el listado de secuelas que Noelia Seller sufre en la actualidad no termina ahí. Resfriados, dolores musculares o bursitis están a la orden del día. «Hay veces que se va un poco la voz o estoy ronca sin venir a cuento y mi cuerpo reacciona como si tuviera un resfriado cada vez. Tengo mucha inflamación, hasta sabes qué parte del cuerpo está inflamada; he llegado a tener tres burtisis (inflamación de las bolsas sinoviales de las articulaciones.) en menos de un año en sitios diferentes del cuerpo, y la verdad es que duelen bastante», cuenta esta mujer, mientras subraya los «dos bloqueos en los occipitales por los dolores de cabeza».
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Pese a todo, se considera «suertuda». Porque a ella, a diferencia de otros pacientes con secuelas del coronavirus, su médico de cabecera sí le diagnosticó covid persistente. «Soy una persona súper cabezota y que no se rinde fácilmente, y durante todo este tiempo he decidido que esta enfermedad no va a poder conmigo, pero realmente es bastante fastidioso porque es como ¿qué toca hoy? Forest Gump decía que qué bombón le iba a tocar, pues es como qué síntoma nuevo tienes, o por dónde va a salir o qué tiempo va a hacer, y de repente sabes que va a cambiar el tiempo porque todo tu cuerpo te lo está diciendo. Es como la aventura del día a día», concluye.
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