Un recorrido entre el sol y el ocaso
La Cofradía de la Flagelación del Señor fue la primera en salir a las calles de Segovia
S. H. R.
Viernes, 18 de abril 2014, 02:12
Tras la conclusión de la celebración de la Santa Cena en la parroquia de la Resurrección del Señor del barrio de Nueva Segovia, minutos antes de las seis y media de la tarde, echó a andar la procesión que llevó a la Cofradía de la Flagelación hasta la Catedral. El trayecto por la calle Vicente Aleixandre hasta el giro para tomar la avenida Gerardo Diego es acompañada por numerosos feligreses de este barrio segoviano.
El sol reinante en esa parte central de la tarde brilló sobre el conjunto escultórico realizado por el catalán José Quixal y adquirido por la diócesis segoviana en 1907. La luminosidad del astro contribuyó a infringir más saña si cabe sobre la cara de los sayones que azotan a un Jesús que recibe el castigo amarrado a una columna. Igualmente, las heridas de la espalda del Cristo lucían más graves, si cabe, con el sol clavándose sobre ellas. Emocionante fue el avance del paso de la Flagelación por la plazuela del barrio del Mercado, donde una nutrida concurrencia de personas aguardaba la salida del Cristo de la Cruz y se giraron para admirar la talla que acompañan los fieles de Nueva Segovia.
Su cortejo continuó descendiendo el paseo de José Zorrilla, la calle Muerte y Vida y la plaza de Somorrostro donde, al igual que otras cofradías hubieron de cambiar su itinerario habitual. Las obras que se desarrollan en la calle San Francisco imposibilitó el tránsito de las procesiones por ella. Así, giraron por la calle Independencia para alcanzar Gobernador Fernández Jiménez y llegar a la avenida Fernández Ladreda de camino hacia la plaza del Azoguejo, donde se incorporaron a la Carrera Oficial.
La Cofradía de la Flagelación del Señor es una de las más jóvenes de la Semana Santa capitalina.Su fundación data del año 1988 y tras producirse consiguieron la cesión del conjunto escultórico que custodian y acompañan. Décadas atrás, el paso fue acompañado en las procesiones de Semana Santa por los gremios de albañiles, carpinteros, pintores y canteros de la ciudad. Como novedad de este año, la cofradía ha podido permitirse la compra de hábitos de tallas pequeñas, para los niños que procesionan en el cortejo. Al igual que la vestimenta de los mayores, la túnica es de color morado y el capirote, blanco.
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