Remolques Rodríguez, David Ramos y Coquelet, premios Emprendedor de Palencia

«Queremos reconocer la labor y la trayectoria de las empresas y empresarios palentinos en el medio rural, porque fortalecen la provincia económicamente y también porque ayudan a dinamizar los pequeños pueblos». Este es el principal objetivo que destacó ayer la vicepresidenta primera y diputada delegada del área de Desarrollo Provincial de la Diputación de Palencia, Ana María Asenjo, en la entrega de los premios Ser Emprendedor 2013 en sus tres modalidades.

En la categoría de empresa innovadora, el galardón, dotado con 5.000 euros y placa de honor, recayó en Coquelet, un negocio del sector de la restauración ubicado en Aguilar de Campoo, dedicado a la preparación de comidas para llevar y para eventos. Marta María Jorge abrió junto a su marido la empresa en 2011 después de haber regentado un restaurante en San Sebastián durante once años. «Llevamos en la hostelería toda la vida y nos fuimos a Aguilar para conseguir calidad de vida. Dando una vuelta por el pueblo nos dimos cuenta de que faltaba un negocio de estas características, por lo que nos decidimos a crear la empresa», explicaba ayer satisfecha Marta María Jorge, quien ya piensa en proyectos de futuro, como crear un servicio a domicilio y ofrecer cursos especializados.

Remolques Rodríguez, afincada en Villaherreros, recibió el premio como mejor empresa familiar palentina de 2013, dotado también con 5.000 euros y placa de honor. Esta empresa que llega ya por su cuarta generación, nació en los años 20, con la fabricación de carros de madera, y con el tiempo ha sabido adaptarse a los cambios y necesidades de los nuevos tiempos con la creación de remolques agrícolas basculantes y remolques ligeros para coches. «Somos una empresa que está por la cuarta generación, y eso se consigue a base de trabajar y de luchar», señaló ayer Raúl Rodríguez Liquete, uno de los socios.

Por último, el premio al empresario palentino, dotado con 6.000 euros y placa de honor, recayó en David Ramos, de Morcillas de Villada, quien en 2006 apostó por la empresa familiar tomando el testigo de su padre, Demetrio Ramos. Entre sus logros destaca haber desarrollado la crema de morcilla de Villada, la morcilla ecuménica y comercializar sus productos en países como Chile, Japón o Francia, lo que le ha reportado diferentes premios. «No voy a destinar este premio a irme de vacaciones al Caribe, sino que voy a emplearlo en sacar un nuevo producto basado en la morcilla», destacó David Ramos.