«La Cosa Nostra se cargó a Kennedy, pero la mafia no reivindica sus asesinatos»
Antonio Manzanera indaga en el misterio de la muerte del que fuera presidente de Estados Unidos en ‘La suave superficie de la culata’
ALFREDO J. GÓMEZ
Martes, 17 de diciembre 2013, 10:26
Cincuenta años después de su muerte, todavía sigue siendo un misterio el asesinato de J. F. Kennedy. Aunque parece un secreto a voces, solo algunos se han decantado claramente por afirmarque fue la mafia quien se encargó de liquidar al presidente de Estados Unidos. Antonio Manzanera está convencido de ello «porque la mafia se sintió traicionada» y ha publicado el libro La suave superficie de la culata, donde investiga las relaciones de Kennedy con la mafia, la CIA y la Cuba de Fidel Castro.
El pasado 22 de noviembre se cumplieron 50 años del asesinato de John Fitzgerald Kennedy y han sido numerosas las teorías publicadas sobre el suceso. La conspiración de la CIA «yo creo que no tiene mucha validez, porque aunque no simpatizaban, seguramente Kennedy perdería las elecciones en ese momento y se lo quitarían de encima en la Casa Blanca», afirma Antonio Manzanera.
Tampoco cree en la formación de grupos armados anticastristas o de industriales estadounidenses, ni en la del perturbado que le disparó. «Está claro que Oswald fue el que realizó tres disparos, pero hay imágenes que demuestran que el tiro que le dio en la cabeza fue de un segundo tirador frontal a Kennedy. Sin embargo, es curioso o sospechoso que la teoría oficial fue cargar la culpa a este tipo que, según esa versión, actuó en solitario y que hubiera matado al que era presidente de Estados Unidos de forma casi milagrosa».
Para Antonio Manzanera, hay un factor determinante como es el vínculo que Kennedy mantenía con la mafia. «La relaciones de su familia con la Cosa Nostra vienen de muy atrás, cuando su padre colaboró con la mafia durante la ley seca. La mafia apoyó a JFK para que derrotara a Nixon y se convirtiera en presidente. Una vez que llegó a la Casa Blanca, dio la espalda al crimen organizado, la mafia se sintió perseguida y traicionada y decidió matarlo».
Sobre el hecho de que nadie se adjudicara la autoría del atentado, el escritor afirma que «la Cosa Nostra, la mafia, nunca reivindica sus asesinatos. Mata a quienes consideran, pero no lo hacen púbico, a diferencia de los grupos terroristas. Lo que ellos hicieron fue cumplir su vendetta».
También analiza Antonio Manzanera en La suave superficie de la culata los intentos de JFK y los distintos gobiernos de Estados Unidos por acabar con Fidel Castro, sin llegar a conseguirlo, «en las más de 600 veces que lo han intentado, según los servicios secretos cubanos».
Aunque parezca muy simple, la clave ha sido «que Fidel Castro ha salido muy poco de Cuba y allí es intocable. La única forma de liquidarlo sería mediante una acción suicida y nadie estaba dispuesto a cambiar su vida por la de Fidel».
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