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Los agentes transportan la cocaína intervenida en el casco del yate./ AFP
TRIBUNALES

Un traficante vallisoletano de 36 años confiesa y se enfrenta a cadena perpetua en Australia

El acusado, cuya novia acaba de ser absuelta, fue detenido en 2011 con 276 kilos de cocaína

J. SANZ

Viernes, 30 de agosto 2013, 20:52

El vallisoletano Iván María R. V., de 36 años, espera en una prisión australiana la decisión de un tribunal local que podría llevarle a pasar el resto de sus días entre rejas después de que hace una semana eludiera el juicio contra él, su novia y dos compatriotas al declararse los tres varones culpables del delito de tráfico de drogas por el que iban a ser juzgados y que puede costarles la cadena perpetua. Su compañera sentimental, eso sí, fue absuelta por el jurado el miércoles, según recogen distintos medios locales del municipio australiano de Bundaberg, al oeste del país.

Los cuatro fueran sorprendidos en el puerto de dicha localidad a finales de 2011 a bordo de un velero, propiedad del propio Iván Ramos, que ocultaba bajo el casco la friolera de 276 kilos de cocaína valorados en 58 millones de euros. Aquella operación, denominada Avalon, supuso entonces la quinta mayor incautación de esta droga en la historia de la Policía Federal Australiana (AFP).

Los hechos se remontan a los meses de septiembre, octubre y noviembre de hace dos años, cuando el vallisoletano y su compañera sentimental, Julia B. F. ella es mallorquina y ambos residían entonces en Palma, viajaron rumbo a Nueva Zelanda con la aparente intención de pasar cuatro meses de vacaciones a bordo de un velero que el propio Iván R. V. había adquirido en febrero de ese mismo año por 143.000 euros en aquel país. Con él navegaron rumbo a Australia, donde recalaron el 11 de octubre con la intención de recorrer la isla hasta el 14 de diciembre esa era la fecha de su billete de vuelta. Su novia, según acaba de resolver el jurado que juzgó su caso y que la declaró inocente, nada sabía de lo que transportaba el barco fletado por su pareja.

Sospechas fundadas

Pero para aquel 11 de octubre, cuando pisaron suelo australiano, algo intuían sobre el motivo real de las vacaciones de la pareja los agentes federales, que comenzaron a seguir los movimientos de la pareja española ante sus sospechosas más que fundadas, cómo descubrirían justo un mes después, de que el barco iba cargado con un gran alijo de droga.

Así que los policías fueron atando cabos hasta que el 11 de noviembre, cuando el velero estaba atracado en el puerto de Bundaberg, decidieron intervenir después de asistir a un encuentro entre el vallisoletano y dos compatriotas José H. C. y Miguel Ángel S. B., ambos de 40 años y residentes en Australia en el que sacaron tres maletas y una mochila del barco para cargarlos en el maletero de un coche propiedad de los dos últimos. En su interior intervinieron 85 kilos de cocaína. Así que después de detener a los tres sospechosos acudieron al velero del vallisoletano, el 'Friday Freedom', y allí arrestaron a su novia. Después desmantelaron el barco y se incautaron de otros 191 kilos de la misma droga ocultos en un boquete habilitado bajo el casco al que se accedía desmontando una chapa.

La operación Avalon no concluyó ahí y en los posteriores registros de las propiedades de los sospechosos llegaron a intervenir tres millones de dólares en efectivo. Ninguno de los cuatro, según informaron después fuentes del Ministerio del Interior, tenían antecedentes por narcotráfico.

El juicio contra los cuatro españoles debía comenzar el pasado 19 de agosto, cuando los tres varones el vallisoletano Iván R. V. y sus compinches residentes en Australia se declararon culpables de los cargos a los que se enfrentaban y por los que se enfrentan a penas que pueden alcanzar la cadena perpetua. La resolución del tribunal de Bundaberg sobre la duración definitiva de sus condenas será pública en los próximos días, según informan los diferentes medios locales consultados.

La cuarta acusada, Julia B. F., de 39 años y novia de Iván Ramos, fue la única que proclamó su inocencia después de alegar que «no tenía ni idea de que nada iba mal hasta que los policías subieron a bordo del yate de mi novio y me arrestaron». Su versión no convenció al fiscal, que la interrogó sobre el destino que habían dado a unas herramientas radiales, taladros... que había adquirido días antes de la detención junto a su novio. Ella explicó ante los miembros del jurado que creía que su compañero había realizado algunas labores de mantenimiento debido al mal estado del casco del velero, si bien después resultó que las había utilizado para acceder al compartimento en el estaba la cocaína.

Dos horas de deliberación

Su abogado, en su alegato final, incidió en que el vallisoletano Iván R. V. había utilizado a su clienta como «tapadera» para simular un «viaje de vacaciones en pareja» y «desviar así la atención sobre un hombre que viajaba solo». Las palabras de la acusada y la intervención de su letrado convencieron al jurado, cuyos miembros apenas tardaron dos horas de deliberación para emitir un veredicto de inocencia. La mujer mallorquina se encuentra ya en libertad después de pasar 656 días en una prisión australiana, según quiso destacar en el juicio su defensor en una información recogida por el diario local de Bundaberg Newsmail.

Así que todo apunta a que el tribunal dictará una condena más que abultada sobre un vallisoletano que hasta aquel 11 de noviembre de 2011 carecía de antecedentes y que en su día estuvo vinculado al sector de la hostelería en su ciudad natal, que abandonó apenas unos meses antes de los hechos para mudarse a Palma de Mallorca. Allí obtuvo el título de patrón de barcos que le habilitaba para dirigir el velero 'Friday Freedom' en el que fue incautada la droga.

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