La «dictadura» en la Diputación de León impide a los trabajadores negociar mejoras laborales

«Es una empresa totalmente dictatorial». Las palabras de Amadeo García, de CSI-F, junto al resto de los dirigentes sindicales de la junta de personal, definen lo que, a su juicio, se ha convertido la Diputación de León en los últimos tiempos, en la que la tónica habitual es «la falta de negociación» sobre los derechos laborales de los trabajadores.

Según ha explicado este viernes García, después de la entrada en vigor de una nueva normativa sobre vacaciones que se introdujo el pasado 21 de diciembre, en la Diputación «no se está aplicando porque no se quiere negociar», al contrario que en otras instituciones públicas como «el Ayuntamiento de León o la Universidad». «El día 21 presentamos nuestras propuestas e íbamos a tener una reunión el día 28, pero fue suspendida», ha concretado.

Según ha denunciado el representante de UGT, Gabriel Díez, la Diputación emitió «un decreto por el cual son 22 días de vacaciones y tres moscosos», pero no se da la posibilidad de disponer de estas jornadas como los trabajadores quieran. «Pedimos que podamos coger cinco o siete días de uno en uno, pero la Diputación sólo permite que sean en bloque de cinco días como mínimo», por lo que es imposible «la conciliación familiar».

También ha criticado «el férreo control del fichaje» para todos los funcionarios de la institución presidida por Isabel Carrasco, donde se ha producido varias veces «el absurdo de que se reclame a alguien seis minutos del mes anterior, y si no se recupera, se descuenta del salario».

«Desde 2003 estamos sin firmar el nuevo convenio colectivo, está denunciado», ha añadido Díez, quien ha afirmado que otro de los aspectos que denuncian es que «los cursos de formación para los trabajadores sólo se pueden recibir los que quiere la Diputación, no los que ofrecen los sindicatos, por lo que se han perdido algunas subvenciones de 30.000 euros».

Además, los representantes sindicales han comparado su situación con los diputados de la institución, a los que ha tildado de «paniaguados», puesto que no sólo mantienen sus privilegios, sino que ninguno se opone a los mandatos de la presidenta.

García ha agregado que a partir del lunes comenzarán las asambleas para informar a los trabajadores de la falta de negociación «y serán ellos los que decidan qué se puede hacer», ha añadido García.