El centro de Discapacidad de San Andrés trabaja en un proyecto para frenar el deterioro cognitivo en los mayores

El Centro de Referencia Estatal (CRE) de la Discapacidad de San Andrés del Rabanedo desarrolla actualmente, junto a la Fundación CSIC y la Universidad de Valladolid, un proyecto que tiene por objetivo frenar el deterioro cognitivo en los mayores de 60 años.

Se trata de un programa que pretende conectar el cerebro de los usuarios con un ordenador para que la persona pueda continuar con una vida normal por medio de la asistencia domótica, es decir, utilizando aparatos u otros servicios adaptados al sistema y que puedan ser utilizados mediante la mente.

Este prototipo pretende comprobar a continuación si «se puede replicar en personas con discapacidad», ha señalado la directora del centro, María Teresa Gutiérrez, que ha sustituido recientemente a la anterior máxima dirigente del CRE, Nuria Mendoza, que cesó el pasado verano.

En la actualidad, después de cinco años de funcionamiento del centro, el 75% de la actividad se centra en la investigación pese a que al principio sólo tenía un marcado carácter asistencial, tal y como ha destacado Gutiérrez, durante una visita al CRE a la que han acudido el subdelegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y los alcaldes de León y San Andrés, Emilio Gutiérrez y Gregorio Chamorro, respectivamente.

Uno de los proyectos más importantes que tenía el centro, la adaptación de un piso domótico, está actualmente «paralizado», pese a que «el mayor capital ya se invirtió», ha resaltado la directora, quien espera poner en marcha próximamente este programa que persigue facilitar la vida diaria de los discapacitados.

El centro tiene libres 40 de las 120 plazas residenciales, a las que se añaden otras 20 de día, éstas sí cubiertas. Gutiérrez ha afirmado que actualmente no se pueden recibir más internos puesto que la cifra es «equilibrada para dar una calidad de servicio» con la plantilla con la que cuenta el CRE, que asciende ahora a 180 trabajadores, aunque ha reconocido que habría que ampliarla para completar todas las plazas. «Se está valorando», ha agregado.

Sólo un año después de su inauguración, el centro logró tener 120 residentes y otros 21 personas sólo en régimen de día, para lo que ya había contratadas a 170 personas.