Surf en la Sierra

La orografía de Ávila se acercó anoche hacia las arenas del Oceano Pacífico. El destino no quiso que los Beach Boys y sus sueños californianos pasaran al archivo del rock sin antes 'surfear' por la España de interior. No es lo mismo traerse las olas de la Costa Oeste al Mediterraneo que a las montañas de Gredos. Y por eso lo de ayer en el festival 'Músicos en la Naturaleza' tuvo su toque 'fun, fun, fun'. Camisas hawaianas dentro y fuera del escenario por parte de cerca de 4000 personas que anoche acudieron al evento con curiosidad, entrega y discografía repasada. Nuevamente se abre el debate. Al caché de unos históricos internacionales se le suma infraestructura, helicópteros, producción, globos, promoción.... ¿Compensa el rendimiento de la convocatoria con toda la que está cayendo?

En cualquier caso Beach Boys actuaron anoche en Hoyos del Espino en un contexto óptimo de reivindicación. El que Brian Wilson fuera ovacionado por miles de 'fibers' en Benicássim hace unos años o que exponentes renovadores del pop alternativo actual como Fleet Foxes o Animal Collective imiten sus juegos vocales ha conseguido que disfrutar ahora de los Beach Boys sea más 'cool' y menos penalizable que nunca.

Aunque, qué demonios, no nos hace falta ningún código 'indie' para entender que el legado vivo de los Beach Boys no se basa solamente en 'barbacoas', olas, bikinis y atrevidos estampados. Hablamos de una banda que estiró el pop como pocas.

Desde el surf hasta el pop progresivo mostrando el anverso y el reverso emocional de un genio como Brian Wilson que se empapó de lo que le tocó en su tiempo: el sueño americano pero también los día de ácido, flores y mantras.

Teorías históricas aparte, el grupo californiano celebró con el público de Hoyos del Espino la gira con la que conmemoran sus 50 años de trayectoria. Todo ello con un disco de regreso digno como es ese 'Thats way God made the radio' que les une en estudio después de 20 años. Francamente, su concierto fue toda una liberación de elixir de juventud a pesar de la media de edad que se gastan Brian Wilson, Mike Love, Al Jardine, Bruce Johnston y David Marks. Sus armonías vocales no solo están perfectas sino que suenan totalmente juveniles. En directo además Beach Boys son de los que no dan tregua. Como los Ramones pero sin marcar la entrada, la banda californiana enlazó un éxito tras otro éxito sin velar por el reposo. 'Surfer girl' o 'Surfin Safari' fueron de los primeros temas en sonar dejando los momentos del 'Pet Sounds' para los momentos claves del repertorio con Brian Wilson dominando desde su impecable piano blanco.

En lo referente a cuestiones escénicas, el escenario también fue un derroche de personal. 14 músicos entre los Beach Boys y los Wondermints, la formación que acompaña también a Brian Wilson esporádicamente. Todo ello resuelto con total nitidez de sonido, maestría y diversión. Nunca el pop ha tenido unas armonías vocales tan longevas y perdurables.

Si hace unos años, 'Músicos en la Naturaleza' presentó a Nacha Pop, anoche Los Secretos fueron la banda invitada. Con Alvaro Urquijo, Antonio Vega y Nacho García Vega el pop de los ochenta ha estado más que representado en este festival durante estos últimos años.

La banda madrileña sacó brillo a su repertorio más emblemático. Y su música, empapada del folk-rock americano y fronterizo, tiene más que ver con el entorno boscoso de Gredos que las acrobacias de surf. Degustar ayer de ese pop de Los Secretos con sabor a viejo roble americano entre montañas, conníferas y buena temperatura tuvo su punto. «Estamos en nuestro Woodstock particular», comentó Alvaro Urquijo nada más salir al escenario. Con un brillante y nítido sonido de la casa, Los Secretos arrancaron con 'En este mundo raro' para continuar con ese himno al beatle Harrison que es 'Enséñame a dormir '... Paisajismo sonoro en estado puro

Por su parte Ele De Eme también tuvieron el privilegio de abrir anoche para 'Músicos en la Naturaleza' después de haberlo hecho recientemente para el festival Valladolid Latino. Está claro que la música de la banda vallisoletana sigue transitando con agilidad en ciclos de nivel alto. Esta vez su cantante Fito salió a escena liberado de su guitarra y transmitiendo lo que realmente es: un 'frontman' de directo acolchado sobre una formación joven con calidad curtida.