SOS Bebés Robados alerta de que León es una «bomba de relojería» por el número de casos

Diez denuncias presentadas ante la Fiscalía de León, cinco de ellas archivadas, y más que están por presentar. La delegada de SOS Bebés Robados en León aseguró ayer que ya son más de 30 las familias de la provincia que se han sumado a la asociación y que tal y como se sospechó desde un principio, todo apunta a que León es una «bomba de relojería» en el número de casos. La presidenta autonómica del colectivo, María Labarga, denunció los continuos archivos de las denuncias por parte de la Fiscalía de León a la que ha pedido «un poquito más de interés», acusándola además de hacer «oídos sordos» a la unidad de actuación manifestada por el Fiscal General del Estado de cara a la investigación como delito de detención ilegal que no prescribe.

A juicio de Labarga, la Justicia ha variado su postura en favor de que se investiguen estos casos, pero «sólo de palabra, hechos no vemos, se siguen archivando casos sin investigar y las pruebas de ADN las seguimos pagando los afectados». Así y todo, sostienen que no van a parar de luchar, que continuarán peleando por la vía particular y que acudirán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en Estrasburgo, para solicitar apoyo.

La asociación colocó ayer una mesa informativa en la plaza Botines de León hasta la que se acercaron varias familias para solicitar apoyo e información ante la sospecha de ser víctimas de la trama de bebés robados en León, «que la había», apuntó Labarga. Familias a las que un día se les comunicó que su bebé había muerto sin más explicaciones ni papeles y que, tras varios años de silencio y dudas, han decidido buscar la verdad.

Aunque la aptitud de la Fiscalía de León, según argumenta el colectivo, «frustra las esperanzas» a medida que se van archivando casos. Pero por otro lado también se han producido reencuentros familiares «que demuestran lo ocurrido» y dan aliento para seguir luchando.

Inquietud e indignación

El manifiesto leído en la concentración celebrada en León ha expresado la «inquietud e indignación» de estas familias «ante la negativa de fiscales y jueces a exhumar nichos donde supuestamente están enterrados nuestros bebés». Y en el caso de León anunciaron que solicitarán formalmente a la Fiscalía la exhumación de la 'fosa de los abortos' del cementerio de la capital donde reposan los restos de más de 2.000 bebés que fueron sepultados entre los años 50 y 70. Una exhumación que el fiscal jefe de León, Emilio Fernández, ha considerado ya en alguna ocasión como «inviable» por el elevado coste que conllevaría y habría que contar con el consentimiento de los demás familiares de los bebés allí enterrados.

«Creemos que no se está investigando absolutamente nada, que los detectives solo somos nosotros, las familias, y a nosotros las puertas se nos abren sólo hasta un punto, si acudimos al fiscal es porque entendemos que él las puertas se le abren más», destacaba la delegada de SOS Bebés Robados en León que ha pedido que se investigue «a celadores, enfermeras, personal de la limpieza» de los centros en los que se produjeron los casos denunciados, porque «no todo el mundo es mayor o está muerto».

Llamamiento

Con el manifiesto leído por el colectivo, tras el cual muchos de los familiares no pudieron contener las lágrimas, se ha hecho un llamamiento a todas las personas adoptadas o las que sospechen que lo son, y que han decidido no buscar, «que piensen que su familia biológica puede que les esté buscando»; a todos los padres biológicos que adoptaron e inscribieron a su hijo como biológico «que le digan la verdad para darle la posibilidad de conocer su historia»; y a todas las personas que vieron irregularidades de actuación con bebés en hospitales, maternidades, hospicios, cementerios, funerarias o registros, «que hablen, que nadie estará contra ellos, al contrario, harán un gran favor a la sociedad española».