La adjudicataria de la construcción de la sede central del Museo Nacional de la Energía abandona las obras

Las obras de construcción de la sede central del Museo Nacional de la Energía, en Ponferrada, se le atragantan a la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), después de que la empresa adjudicataria -una UTE integrada por Dragados y FCC- haya abandonado los trabajos manteniendo, exclusivamente, un retén mínimo de trabajadores. Ésto tras más de diez meses de obras a un ritmo acelerado. Al parecer, el abandono podría estar motivado por la intención de la empresa de elevar al alza el contrato, argumentando la aparición de una serie de problemas de carácter estructural que suponen un coste a mayores sobre el presupuesto inicial. Una opción, la de aportar más dinero, que la dirección de la Ciuden parece rechazar de pleno, ya que si bien el director general, José Ángel Azuara, se ha negado a hacer declaraciones más allá de confirmar lo sucedido, en círculos cercanos ha asegurado que estudia la posibilidad de suspender el contrato con Dragados-FCC y ha lamentado que la única intención de la empresa sea recuperar los cinco millones que abarató del presupuesto base de licitación. Cabe recordar que cuando la Fundación sacó a licitación las obras, lo hizo con un presupuesto inicial de 38 millones de euros y, finalmente, la adjudicó por 33. Ahora la empresa podría estar presionando para recuperar ese dinero.

Los trabajos de rehabilitación de la que en su tiempo fue la central térmica Compostilla I y que pretenden convertirse en la sede central del complejo que integra el Museo Nacional de la Energía -formado también por la sección del carbón Ene.térmica y el futuro bosque carbonífero, Ene.bosque- comenzaron en junio del año pasado y tenían un plazo máximo de ejecución de quince meses. No obstante, la magnitud de la obra, de gran envergadura, aplazó la inauguración -según las últimas previsiones de la dirección del museo- hasta el primer trimestre del 2013. Una fecha con la que ahora parece que no se va a cumplir, ya que las obras acumulan un retraso de varias semanas.

Ene.central es el nombre que se le ha dado ya a un inmueble que dispondrá de un espacio de casi 9.000 metros cuadrados destinados a exposiciones permanentes y de recorrido libre, y será complementado con un edificio de una sola planta donde se ubicará un teatro digital, un auditorio con cabida para medio centenar de personas y un residencia para que puedan alojarse grupos de estudiantes o investigadores, además de una cafetería.