Roberto Álamo: «En un escenario puedo ser cualquier cosa porque no soy yo»
El actor madrileño presenta en el Calderón 'De ratones y hombres'
A. CORBILLÓN
Jueves, 15 de marzo 2012, 22:56
Su reencarnación como 'Urtain' en la obra de su compañía de siempre, Animalario, ha marcado un antes y un después, no solo en la trayectoria de Roberto Álamo (Madrid, 1970) sino en el teatro español. La prueba de hasta qué punto un actor puede reducir las distancias entre la persona y su personaje. Ahora regresa para dar nuevas muestras de ello con su papel de Lennie, el disminuido mental de 'De ratones y hombres' (John Steinbeck) en el que logra casi la simbiosis con Fernando Cayo.
Publicidad
Le cuesta hablar en público.
No tengo gran facilidad de palabra y yo me sé expresar con un personaje. Ahí soy infinito. Pero, cuando soy Roberto me cuesta mucho.
¿Y en el escenario?
Cuando me meto en un personaje soy infinito y puedo ser cualquier cosa porque no soy yo.
En 'Urtain' dijo que no interpretó al personaje, le encarnó.
No quiero ser pretencioso pero cuando dijo 'encarnar', poéticamente me gusta la palabra, hasta su fonética, significa 'tomar carne'. No es algo intelectual. Tienes que componer un personaje, que habla, escucha, llora o ríe de una determinada manera. Y ahí, lo primero que tiene que estar es lo humano, porque, si no, es una carcasa, una imitación. Encarnar significa que, hasta donde tú seas consciente de lo que tienes, ponerlo al servicio de lo que haces. Más allá seríamos dioses. Y luego ponerle forma. Primero el contenido y luego el continente. Interpretar está muy bien pero, cuando encarnas, toda tu sangre se pone en pie y te llenas de verdad. No son palabras, ni literatura. Intentarlo por lo menos. Cuando eso pasa da igual si eres fuerte, flaco, gordo o con los ojos azules. Cuando eso está el espectador recibe una carga y eso es lo importante a la hora de actuar.
Su personaje de Lennie es una verdadera encarnación de una persona con minusvalías.
No se trata de hacer algo bien sino hacerlo de verdad, que sea creíble. No intento hacer papeles para que digan que son 'resultones'. De nada sirve eso si luego la obra no vale. Si mi personaje es creíble aportara cosas al resto de mis compañeros o para que la escena siguiente sea creíble.
'Un tranvía llamado deseo' 'Urtain', .ahora su papel de Steinbeck. Siempre son papeles duros, al límite. ¿Se siente encasillado en ellos? ¿Se ve haciendo comedias?
Desde que salí de la escuela de teatro en 1995 y hasta el 2004 solo hice comedias. Lo que pasa es que no fueron vistas. Las primeras cinco obras de Animalario, cuando aún no habíamos ganado ningún Max, eran comedias puras. No temo eso en absoluto porque el actor es como el fotógrafo: detrás de la cámara está un señor con una sensibilidad. La gente no sabe quién es Sebastián Salgâo o Newton. Lo importante es como usas el cuerpo y la sensibilidad que reflejas. Pero lo importante no es el cuerpo sino lo que tu das. Si tu humanidad se pone a disposición de lo que haces, no hay riesgo.
Publicidad
Siempre destaca que la clave de su formación pasó por la escuela de Cristina Rota.
Siempre le he estado agradecido porque me abrió la puerta a algo que no conocía: la relajación, la sensualidad, la reflexión, ser siempre honesto y buscar tu camino quitando lo que te molesta con intuición y reflexión. Y después apechugar con ello. E insisto en que actuar no es una forma, es un contenido. El intento es lo que a mí me emociona, el intento de ser honesto y ser verdadero. Cuando veo que alguien me está mintiendo y lo detecto no me interesa.
Cambio generacional
Citaba a Animalario. Esta compañía marcó su hoja de ruta. ¿Ahora 'viaja' por su cuenta o sigue en su órbita?
Todo hacemos lo que podemos y debemos hacer, que es teatro. Sigo perteneciendo a la compañía aunque no pude entrar en el último proyecto, pero ya veremos en los próximos. Seguimos ahí y no estamos peleados ni nada de eso. Nos une más el amor, el humor y la admiración mutua que la endogamia de pertenecer o no a un grupo.
Publicidad
Su generación, la de Animalario, de su director en esta obra Miguel del Arco, o autores como Juan Mayorga y Juan Cavestany, entre otros, ¿ha tomado definitivamente el relevo en el teatro español?
Yo creo que sí. Ymás gente que no se conoce. También Rodrigo García (La Carnicería), del que soy fan. No se si marcan una tendencia pero sí son gente que se cuestiona cosas y que tratan de dar un cambio. Se busca un reconocimiento en profundidad, reflexionar sobre lo que está pasando y que se hable del teatro. El teatro de evasión está muy bien pero había una parcela un poco olvidada que es el teatro para hacerse cuestiones actuales. Y estos grupos se lo plantean.
Es un amante de la fotografía y la poesía y los vuelca en sus blogs. ¿Eso es una manera de canalizar otras cosas, quitarse presión?
Es seguir conformando el poema. Mi poema. Que no solo se conforma con actuar. Necesito seguir abriendo caminos para expresarme. Es una manera de expandir lo que siento y dar a los demás parte de mi ser.
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión