TEATRO

María Adánez, actriz: «Antes, una mujer que era activa sexualmente era vista como una guarra y una ninfómana»

El teatro Principal acogió la obra 'La escuela de la desobediencia', que María Adánez interpreta junto a Cristina Marcos

F. CABALLERO

Sábado, 11 de febrero 2012, 18:55

María Adánez interpretó el jueves 9 de febrero en el Teatro Principal junto a Cristina Marcos 'La escuela de la desobediencia', una comedia sobre la educación sexual femenina en los siglos XVI y XVII. La obra ha sido compuesta con una dramaturgía de Paco Becerra a partir de dos novelas dialogadas de Michel Millot y Pietro Aretino. María Adánez representante el papel de la joven más inocente frente a la experimentada Cristina Marcos.

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La obra aborda el derecho de la mujer a vivir su sexualidad en libertad. ¿En qué contexto?

Estamos en el siglo XVII en Francia, donde la realidad de las mujeres era meterse monja, ser una cortesana o casarse con unos maridos a los que no amaban y ni siquiera conocían. 'La escuela de la desobediencia' es la historia de dos mujeres, Fanchón y Susanne. Mi personaje es la pequeña, Fanchón, de 16 años que un día recibe la visita de su prima la mayor, que interpreta maravillosamente Cristina Marcos. La visita se debe a que la van a meter de novicia en un convento, y antes de que la obliguen a tomar una decisión desafortunada, la instruyen en una escuela portátil, clandestina y ambulan, que es ella misma. La enseñan la sexualidad masculina y femenina para que aprende a pensar por ella misma. La instrucción en la escuela es un paralelismo al librepensamiento y a poder sobrevivir en un mundo que estaba organizado y ordenado por hombres, y las mujeres estaban relegadas a estar metidas en casa. Todo ello enmarcado en una comedia en la que el espectador se divierte mucho.

¿El papel de chica joven e inocente le ha resultado difícil?

Para mí era un reto totalmente meterme sobre todo en la inocencia de una chavala de 16 años que no tenía la información que tenemos ahora y que en muchas cosas está muy verde. Ha sido interesante volver a esa inocencia y candidez. Es un personaje precioso, que empieza como termina siendo la misma mujer, pero con un salto cualitativo enorme.

¿Cuando cree que una joven pierde la inocencia?

Ahora, afortunadamente, los hombres, como las mujeres, disponen de mucha información sobre la vida sexual. No hay que olvidar que existe Internet, que es una biblioteca y una información al mundo. Hoy en día todo el mundo sabe cómo las mujeres se quedan embarazadas, pero antiguamente había muchas cosas que no se sabía.

¿Cree que ahora hay una verdadera liberación de la mujer?

Y nací en 1976 y he tenido la suerte de contar con unos padres que me han dado una educación y una información necesaria. La mujer puede desarrollarse con más libertad sexualmente. Antes estaba mal vista. Una mujer que era activa sexualmente era una guarra y una ninfómana, pero para un hombre que es activo sexualmente no hay un adjetivo despectivo. Siempre ha sido un machote y un listo. Para la mujer era algo prohibido y sucio.

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¿Se llegará a la plena igualdad entre el hombre y la mujer?

Está en camino. Lo importante es que dentro de no sé cuánto tiempo a lo mejor tienen que pasar muchos siglos no haya esa distinción de hombre y mujeres, sino que en muchos sentidos seamos iguales, porque lo somos. En los derechos tiene que ser lo mismo para todos.

¿La fórmula de escribir obras sobre novelas dialogadas funciona?

La función está siendo un éxito de público. Estamos llenando y el público se lo pasa muy bien.

¿Cómo es su relación con Cristina Marcos?

Buenísima. Es una actriz maravillosa y hacemos un buen equipo. Nos compenetramos muy bien.

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