La bodega Valbusenda presenta el mayor jardín ampelográfico de viticultura experimental de la región
La instalación cuenta con 250 variedades de uva, la mitad de las cuales están catalogadas
ICAL
Miércoles, 21 de septiembre 2011, 12:03
La bodega toresana Valbusenda presentó hoy el mayor jardín ampelográfico de viticultura experimental de Castilla y León, con una extensión de dos hectáreas en las que pueden encontrarse hasta 250 variedades viníferas de todo el mundo, 126 de las cuales están ya catalogadas.
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El jardín ampelográfico (del griego ampelos, vid, y grafos, clasificación), que se encuentra en el complejo que la bodega tiene en la carretera entre Peleagonzalo y Toro, forma parte de un proyecto que pretende fomentar la explotación del medio rural y la familiarización práctica con el entorno de la viticultura y la enología con una instalación enmarcada en la Denominación de Origen Toro, con medios propios y en una bodega con tecnología punta. Pretendemos que los niños se impliquen y vean lo que son las vides. Ésta puede ser la primera semilla de los futuros ingenieros agrícolas, afirmó durante la presentación Simón García, presidente de Valbusenda, en alusión al proyecto orientado a desarrollar rutas infantiles. Queremos que los jóvenes se inicien en la cultura del vino, no del consumo desmesurado, sino del consumo racional, explicó el director técnico y enólogo de la bodega, Maurilio Segovia. Se trataba de crear una zona ajardinada con las plantas de la vid pero no de un jardín lúdico sino destinado a investigar y a formar a las nuevas generaciones, añadió.
Variedades de uva tinta y blanca de vinificación, blancas y tintas de mesa y variedades rojas componen la estructura de la mayor instalación de este tipo que existe en la Comunidad autónoma. Desde albillo real, hondarribi zuri o riesling renano hasta tinta miuda, marselamo o garnacha tintorera, pasando por aledo, moscatel de Alejandría o pizutelo blanco, sin olvidar el crimson sedles, la quiebratinaja o la teta cabra pueden encontrarse en el jardín ampelográfico.
En este contexto, la integración en los programas de formación de centros de enseñanza, la sensibilización de los jóvenes hacia las viñas y los vinos como recursos económicos de la provincia y de Castilla y León son también objetivos de la iniciativa. El proyecto contempla para los escolares que visiten las instalaciones un recorrido de 75 minutos de duración por el jardín ampelográfico y una serie de ejercicios sensoriales prácticos bajo el título Sentir de los sentidos, así como la entrega de un cuaderno de campo que utiliza la mascota denominada Osendo como guía del circuito y que proporciona información didáctica sobre la viña, la uva y su explotación en el medio rural, dentro del entorno de la DO Toro. Pasamos por los cinco sentidos con la viticultura como hilo conducvtor. La uva, la identificación, la cata de aromas de plátano, fresa o frambuesa en tubos concentrados, o el tacto lingual para identificar texturas, explicó Maurilio Segovia. Hemos creado con un artesano zamorano unas galletas especiales para identificar los sabores en vez de dar a catar líquidos a los escolares, detalló.
El cuadernillo didáctico termina con una sopa de letras y un sudoku del vino.
Los asistentes a la presentación del jardín participaron antes de la inauguración, con el descubrimiento de una placa conmemorativa, en una cata de uvas en la que un experto habló sobre color, pulpa, hollejo y pepitas, valorando características como la consistencia, el color, la rugosidad, la calidez, la astringencia y el aroma.
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