El botijo

M uchos utensilios domésticos que utilizaban nuestros abuelos están en proceso de extinción, uno de ellos es el botijo, que ha refrescado el gaznate a los habitantes de toda nuestra geografía, aprovechando las cualidades que tiene el barro cocido. Es un recipiente con base redonda y vientre abultado, tiene una boca y un pitorro, la boca por donde se carga el agua y el pitorro por donde se bebe, y es tan importante que tiene su propia ecuación.

Tiene el mismo proceso físico que el de la sudoración, empleada por nuestro cuerpo para regular la temperatura, hasta el punto que un profesor nigeriano, Mohammed Bah Abba, ha ideado un 'frigorífico sin electricidad' que funciona al disponer dos recipientes de cerámica porosa separados de arena humedecida. Con ello consigue un descenso de temperatura que favorece la conservación de alimentos; cuestión vital para los habitantes de su entorno desértico, según Wikipedia. En mi pueblo a los botijos nuevos les mataban el sabor a barro con unas gotas de anís. En pequeño botijo, poca agua cabe.