Más alto, más falso
Sarzoky personifica el retrato robot del usuario de zapatos que comercializa 'online' un empresario leonés
A. C.
Domingo, 20 de septiembre 2009, 06:00
Miden alrededor de 1,68 centímetros y tienen entre 40 y 55 años. Es el perfil de Nicolás Sarkozy pero también el de gran parte de clientes que compran zapatos con alzas para disimular sus complejos de altura. La inseguridad por la falta de altura traicionó al presidente francés hace unos días y le situó en una embarazosa postura al visitar una fábrica en Bélgica y exigir que, en la foto con los obreros, se colocara el listón no más alto de sus 168 centímetros.
El también marido de Carla Bruni (quien con dos centímetros más que él casi nunca puede llevar tacones) es uno de los clientes de www.masaltos.com, la firma de zapatos con alzas que el empresario leonés Andrés Ferreras creó hace 15 años. Aunque la confidencialidad es una de las claves de la empresa, en su lista de 54.000 clientes (42.000 en España) figuran políticos, actores, hombres de empresa y personajes del mundo social y cultural. «La necesidad de hacerse ver es importante para las personas que viven de su imagen», señala el empresario desde su fábrica en Sevilla. Este emprendedor entendió pronto que Internet era su mejor aliado para un negocio en el que «ningún cliente va a hacernos publicidad entre sus amigos o compañeros de trabajo».
En España, el problema se acrecienta. El 'boom' de natalicios de los ochenta también afectó a la altura. Los veinteañeros de hoy superan ya el listón del 1,70 metros (andan por el 1,75 de media) y han elevado el tupé de sus padres en más de cinco centímetros (13 si contamos el último siglo). Pero seguimos debajo, nunca mejor dicho, del mito nórdico. Las 4.000 entrevistas de la primera encuesta sobre la altura de los españoles, hecha por www.masaltos.com, concluyó que el 43% de los españoles no son felices con su altura, porcentaje que se duplica entre los mayores de 40 años.
Dicho de otra forma, el 32% de los jóvenes españoles entre 25 y 35 años están cinco centímetros por debajo de la 'talla nacional'. Y, lo que es peor para ellos, creen que la sociedad les hará pagar caro esa carencia si no la disimulan.
Otra de las conclusiones del estudio puso en boca de muchos varones que «cuando estamos rodeados de personas más altas, es fácil que se genere un estado de frustración, falta de autoestima y dudas a la hora de tomar decisiones». Sin olvidar el matiz de conquista afectiva, después de que un estudio de la Universidad de Essex (Reino Unido) revelara que los hombres despiertan un 5% más de interés en las mujeres por cada pulgada más de altura (2,54 cm.).
Con todo este bagaje, Andrés Ferreras impulsó estos zapatos que incluyen una cuña-plantilla interior que se adapta a la forma del pie, es ultra flexible y, sobre todo, invisible. Sus catálgos prometen 'estiramientos' del físico de hasta 7 centímetros. El éxito y la presión social por la imagen es tan feroz que la mujer y los más jóvenes han dado el brazo a torcer y se dejan someter por la tiranía de la imagen. Así que, la próxima vez que vean a Sarkozy en televisión, imagínenle unos pocos centímetros más pequeño.
Emigrante en Alemania
Afirma que «no hacemos milagros». Pero el suyo personal lo parece. Emigrante en Alemania, donde fue ejecutivo en Caritas, el leonés Andrés Ferreras se especializó en márquetin e investigación de mercados, hasta que una lesión deportiva le obligó a utilizar un alza. Así conoció los zapatos de la firma italiana Bertulli, pioneros en resolver problemas con apariencia de calzado convencional. De regreso en España, se empeñó en levantar un negocio que nació a la vez que la 'era Internet'.
En 15 años supera los 50.000 clientes en Europa y EE. UU. y factura ya más de un millón de euros anuales. Con más de 80 modelos distintos, servicio en 24 horas y absoluta garantía de confidencialidad, sus precios oscilan entre 80 y 150 euros.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.