El padre de Shin-Chan, perdido

Asegura que su personaje más famoso, el gamberro niño Shin-Chan, es fruto de la observación detenida de sus propios hijos. Si alguien se preguntaba a quién observaban sus hijos ésta puede ser la respuesta. El creador de la popular serie de dibujos animados japonesa Shin-Chan, Yoshito Usui, de 51 años, está desaparecido desde el pasado viernes cuando fue a hacer senderismo a una zona montañosa, según informó ayer la agencia nipona Kyodo.

La policía de las provincias de Gunma y Nagano (centro del país) lo buscan en una zona accidentada desde el sábado, después de que fuese sin compañía a pasear y asegurase a sus familiares que regresaría aquel mismo día. Según el diario Asahi Shimbun, la policía ha realizado repetidas llamadas a su teléfono móvil sin que Usui haya respondido.

La familia del mangaka pidió a la policía poner en marcha un plan de búsqueda el sábado en Kasukabe, ciudad natal de Usui, según informa el periódico japonés Sankei Shimbun. Para reforzar la búsqueda, la policía de la prefectura de Saitama (al noroeste de Tokyo) la ha ampliado, llevándola a otras prefecturas de la zona.

La ciudad de Kasukabe, donde reside, adoptó la imagen de Shin-Chan como representación del municipio desde abril, ya que la historia de animación transcurre en la localidad de la provincia de Saitama (al norte de Tokio).

Las aventuras del niño Shinnosuke Nohara, adaptadas a la televisión y el cine, han cosechado un gran éxito en todo el mundo tras ser publicadas por primera vez en papel en 1990. El personaje de Shinosuke, un niño travieso, fue un gran éxito televisivo en Japón en los 90 y ha sido doblado a numerosos idiomas.

En 1992 el dibujo inicialmente en papel fue adaptado a la televisión en una serie animada que alcanza ya los 300 episodios. El éxito del personaje terminó conquistando el paisaje cinematográfico nipón. Considerado el gran 'enfant terrible' del manga post naïf, ya ha protagonizado 11 filmes, el último de los cuales fue galardonado con el premio al Mejor Largometraje en el Media Art Festival de Tokio, certamen que se celebra al amparo de la Agencia de Asuntos Culturales del gobierno japonés.

A Occidente le cuesta más comprender que el niño que aborrece los pimientos y adora a las mujeres de buen tipo no es necesariamente un pequeño terrorista diseñado para desestructurar familias y pervertir infantes: «Los padres que tanto le critican no han sabido ver su verdadera dimensión, se quedan en la fachada del personaje. Es un chaval muy sincero y tímido que tiene las mismas características de cualquier crío de su edad», dice su creador, desaparecido desde el fin de semana.