¿Es lenguado o fletán?

Doce y media del medio día en el vallisoletano mercado del Val. En el mostrador de un establecimiento se apretujan entre cajas de corcho merluzas, lenguados, calamares y decenas de productos del mar. En algunos mostradores, las etiquetas informan de la procedencia, la especie y lugar de captura; en otros, sólo se identifica la pieza por su nombre y el precio. «El lenguado nacional lo vendo a 38 euros el kilo y no se puede poner a 10 euros, como se ve en algunos mostradores, donde se vende como filete de lenguado algo que no lo es y se llama fletán». Lo explica José Luis Mañanes, que regenta la pescadería Alonso, a quien le parece «bien» la campaña estatal para que los productos pesqueros se muestren con un correcto etiquetado. «Es la forma de que la gente sepa si compra un producto nacional, de más calidad generalmente, o traído de fuera. No se puede engañar al cliente porque ganar uno cuesta mucho y perderlo, nada».

Lamenta que la falta de conocimiento de muchos compradores lleve a no diferenciar especies y dificulta distinguir el producto de calidad del que no la tiene. «Pasa lo mismo con el mero», cuenta. «Uno auténtico vale 30 euros el kilo y en muchos sitios se oferta como mero lo que realmente es perca de nilo, a 10 euros».

Su experiencia le lleva a afirmar que muchos clientes con escaso conocimiento del género, no notan la diferencia. Especialmente cuando se venden pescados criados en piscifactoría como si fueran de pesca extractiva. «El pescado salvaje está más sabroso, tiene otra textura, otro sabor». A Eutiquio González, de Pescados Consuelo, le parece «fenomenal» que se exija el etiquetado de los productos porque, asegura, «me hacen un favor». «El 99% de lo que tengo es de mercado español porque ante todo quiero dar calidad». Cuenta como ejemplo de picaresca la existencia de mostradores con anchoa del Norte cuando hay parada biológica y, por tanto, no se da tal producto. «La pescan en el Mediterráneo y deberían especificar su procedencia, pues no es lo mismo».

Jesús García Vázquez, portavoz de los pescaderos vallisoletanos (Copemar), pide «que se sancione al que lo haga mal porque todo lo que sea más control y dar más información al consumidor es bueno para todos. Y para el profesional de esto, más».