Los restos mortales de José María Cuevas ya descansan en Riaza

Los restos mortales del ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, descansan ya en el panteón familiar de la localidad segoviana de Riaza. Vecinos del municipio y una nutrida representación de la vida económica, laboral y política del país se han unido esta fría y lluviosa mañana para dar el último adiós a la persona que dirigió los designios de los empresarios españoles durante 23 años, hasta que en junio del 2007 abandonase por motivos de salud el testigo que recogió en 1984 de Carlos Ferrer Salat.

Uno de los asistentes al funeral celebrado al mediodía en la iglesia riaceña de Nuestra Señora del Manto ha sido el ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. El político socialista, que en la actualidad dirige la Fundación Ideas, lamentó la pérdida irreparable de Cuevas. Tal y como han repetido numerosas personalidades del mundo empresarial nacional desde que se conociera la noticia del fallecimiento del que fuera patrón de los patronos, Caldera también ensalzó en su semblanza la capacidad para apostar por el diálogo social de la que hizo gala el fallecido. Recordó que con él al frente de la cartera de Trabajo en el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se alcanzaron 22 acuerdos en materia laboral, lo que da una idea del talante negociador alabado por cuantos conocieron y trabajaron con José María Cuevas.

En esta misma línea, el ex ministro socialista resaltó el papel fundamental ejercido por Cuevas en favor de la consecución de derechos para los trabajadores, como demuestra el hecho de que ocho de cada diez asalariados españoles estén sujetos en la actualidad a convenios colectivos, cuestión que hace años era poco menos que impensable.

Caldera llegó a Riaza acompañado del recientemente elegido secretario regional del Partido Socialista en Castilla y León, Óscar López, quien también tuvo palabras de elogio para la figura de José María Cuevas. El líder segoviano alabó el rol jugado por el fallecido en la generación de riqueza y empleo. Pero más allá de su dimensión política y económica, López ensalzó el compromiso del ex presidente de la CEOE con Riaza. Es un día triste para esta localidad al pie de Somosierra, dijo el secretario regional del PSOE. La villa ha perdido a un vecino querido por todo el pueblo. El apego y el cariño mostrados durante años por José María Cuevas y su familia hicieron que fuera nombrado hijo adoptivo del municipio en 1992.

El féretro con los restos mortales del ex presidente de la patronal llegó a las doce menos cuarto a las puertas de la iglesia riaceña. Le seguía otro coche fúnebre que portaba decenas de coronas de flores. Allí le esperaban decenas de vecinos que acompañaban a la viuda, Pilar Tello, y los hijos del fallecido, José, Alfredo, Ana y Carolina. Dentro del templo aguardaban ya el secretario general de Comisiones Obreras (CC. OO.), José María Fidalgo, y el ex ministro Rodolfo Martín Villa, quien recordó los vínculos personales que le unían a Cuevas.