«En el tarot no hay nada científico, todo es intuición»

A sus 49 años, la vida de Valentín Martínez se puede decir que ha transcurrido por un camino de continuos cambios. Técnico especialista en el automóvil, un día decidió dejarlo todo y retirarse durante un año al monasterio trapense de Dueñas de donde salió con «más conocimiento de sí mismo». Autor de una novela, desde hace 30 años echa las cartas en el barrio de la Victoria de Valladolid.

-¿Su actividad actual es echar las cartas?

-Sí, y también al diseño gráfico. La consulta de cartas la tengo desde que tenía 19 años. Aprendí la técnica del tarot desde muy joven ya que sentí como una necesidad de buscar una explicación a las cosas por medio de las cartas. No tuve a nadie que me enseñase. En este mundillo se dice que es el tarot el que te llama a ti.

-¿Y acierta?

-Bueno... si la gente vuelve a mi consulta es porque se cumplen las cosas. En el tarot no hay nada de científico, ya que se apoya en una técnica donde la intuición es clave. Trató sobre todo ayudar a la gente.

-¿Ha visto alguna vez cuestiones negativas en clientes?

-Sí pero con eso hay que tener mucho cuidado ya que se puede causar mucho daño.

-¿En época de crisis, la gente acude más?

-No, eso es un mito. Como que cuando dicen que movemos millones en nuestras consultas. Con crisis o sin ella, la gente viene con los problemas de siempre, que son su interés por el amor y el dinero. Este último más incluso que el trabajo. Además ahora vienen tantos hombres como mujeres.

-¿Y lo de escribir un libro?

-Ha sido mi vocación de siempre. Estudié dos cursos de Hispánicas y siempre me gustó escribir. Tengo escritas cuatro novelas, entre ellas 'El Nicromante', editada en 2005 por Fuente de la fama, en donde se narra la historia de un echador de cartas.