Isabel Preysler y su hija Tamara, junto a Manuel Mota. / M. BECERRA
VIDA Y OCIO

Marcha nupcial

Barcelona tira la casa por la ventana en la Pasarela Gaudí Novias con invitadas como Isabel Preysler

PPLL

Domingo, 1 de junio 2008, 02:24

Barcelona acaba de vivir su momento más casamentero, al haberse convertido durante siete días en capital planetaria de la moda nupcial. Por la Pasarela Gaudí Novias, principal escaparate de la 'BCN Bridal Week' han desfilado con mucha ceremonia las creaciones de casi cincuenta diseñadores, entre ellos el maestro Christian Lacroix, que presentó espectaculares vestidos de alta costura para la colección que produce y distribuye en España la también diseñadora Rosa Clará. Entre las ilustres invitadas al 'banquete' figuraban, en primera fila, Mónica Cruz, Paula Echevarría y María José Suárez. Pero no hay boda sin madrina y esa fue, cómo no, Isabel Preysler, que acudió el jueves con su hija Tamara para inaugurar una colección única de trajes de novia realizada con cristales de Swarosky, patrocinada por Pronovias, y para presentar la colección especial de Manuel Mota para Swarosky.

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«Nosotros nos casamos en Gibraltar, en el mismo sitio donde se casó John Lennon. Ella iba de beige, con unos bordaditos... Estaba guapísima». Así recordaba el cantante Antonio Carmona su boda con Mariola Orellana, de la que llegó del brazo a la cena de gala ofrecida el martes por Rosa Clará.

Carmona parecía el único defensor del matrimonio, en contraste con un montón de jóvenes casaderas escépticas. «Feliciano y yo estamos fenomenal, pero la boda ni me la he planteado», decía María José Suárez. «¿Casarme yo? De momento, va a ser que no», zanjaba una microfaldera Mónica Cruz. Era escucharlas y pensar que en este país la única famosa con ganas de casarse es Belén Esteban.

Imparables

«Lo he dejado con mi novio hace unos meses y ahora mismo estoy sola, así que de casarme ni hablar», explicaba Soraya. La cantante no quiso hablar de boda, pero sí de su carrera como intérprete de música 'dance' y de la situación actual de 'O. T.', el concurso que la catapultó al estrellato. «Risto -afirmó- es el ejemplo de un cierto tipo de gente que los concursantes se van a encontrar cuando salgan. Incluso, se queda corto».

Si Lacroix se ha inspirado en Josefina Bonaparte, Rosa Clará, que ha vestido de blanco tanto a Shaila Dúrcal como a la ministra Chacón, propone para las novias de hoy «vestidos de faldas espectaculares con mucho volumen, conseguido a base de grandes cancanes interiores de tul». Por su parte, Victorio & Lucchino presen- taron una colección titulada 'Esencia', en la que reinventan su clásico traje de corte sirena y volantes de caracola, que tan buen resultado les está dando, que se vende desde Estados Unidos a Japón. Imparables, los diseñadores han adelantado que abrirán un hotel en Sevilla, en la casa natal de Velázquez, en cuyas habitaciones se proyectarán los cuadros del genial pintor.

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Sobre la pasarela, deslumbraron y sorprendieron Nieves Álvarez, que reapareció tras haber dado a luz a sus gemelos para presentar la colección de Patricia Avendaño; las también veteranas Martina Klein y Laura Sánchez, para Raimon Bundó; las amigas, y residentes en Nueva York, Eugenia Silva y Ariadne Artiles, que lo hicieron a ritmo de canciones de amor para el creador Pepe Botella -cuyas modelos lucieron tocados de los vallisoletanos Pablo y Mayaya-; y, por encima de todo, una Charisse Verhaert (la novia belga de Julio Iglesias Jr.) vestida con ropa de hombre para la firma de moda nupcial masculina Fuentecapala.

Casualmente, su futura suegra, Isabel Preysler, también viajó a Barcelona el jueves para amadrinar, junto a su hija Tamara, dos exposiciones internacionales impulsadas por Pronovias. Vestida con un conjunto de rayas de Dolce & Gabbana, Isabel, que contó que aún conserva el traje de novia de su tercera y, por ahora, última boda, dijo que su principal secreto de belleza consiste en llevar una vida «ordenada y sana», que a sus hijos les pide «que sean buenos y trabajadores» y que como más disfruta en la vida «es ejerciendo de abuela».

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Pero la guinda al pastel nupcial que ha sido la 'Bridal Week' la puso Tamara Falcó al confesar que si algún día se casa, lo hará vestida por Manuel Mota y (lo mejor de todo) que ahora que vive sola en París ha aprendido lo que es «tener que hacerme la cama y vivir con un presupuesto».

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