«Un infarto me alejó de la orquesta»

A sus 60 años, Pepe sigue aprendiendo cada día y emocionándose en cada concierto. Empezó a tocar con ocho años, tras ingresar en la Banda de Música de Olmedo bajo las órdenes de Manuel del Solar en 1956. Con él estudió lenguaje musical y trompeta. «De ahí, preparé unas oposiciones para entrar de cabo en el ejército, como músico, y de casi quinientos quedé el número uno, ingresando en el Regimiento de la Inmemorial de Madrid. Cuando me estaba preparando para ascender a sargento, mi padre falleció y tuve que pedir la excedencia para estar con mi madre y hacerme cargo del negocio familiar».

-¿Y abandonó la música?

-No, eso no. Estuve en la orquesta Los Saboys, tocando en el baile de Arriba, de Mariano, y en el de Abajo, de la señora María y Marciano, en todas sus fiestas durante diez años. También acompañé a peñas como el Abuelo de Íscar o la Florida de Cuéllar durante más de veinte años. Pero al desaparecer la orquesta yo también lo dejé.

-¿Y cuando decidió regresar a los escenarios?

-Tras veinte años en el anonimato musical, la charanga Botarate Show me propuso el regreso y acepté. Son unos jóvenes maravillosos y, como músicos, unos verdaderos profesionales. Con ellos he recorrido mil sitios y vivido grandes hazañas. Recuerdo cómo pusimos la plaza de toros de Benavente boca abajo con el 'Chocolatero'. O uno de mis solos ante miles de personas en esa plaza, que acabó con una cerrada ovación del público que me emocionó. Asumir la responsabilidad de despedir esas fiestas con el 'Pobre de mi' fue algo muy especial.

-Pero ya no toca con ellos, ¿verdad?

-Muy a mi pesar, un infarto nos alejó. Este año, cuando fuimos a Langreo, en Asturias, les comenté muy apenado que mis correrías con ellos no podían seguir, el corazón estaba ya cansado, soy algo mayor y ellos tienen mucha fuerza. Pero ahora estoy en la Banda de Cornetas y Tambores, y en la de música como trompeta y fliscorno. Además, he retomado mis estudios musicales y es que los años no perdonan y la vida no vuelve.