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Crónica negra de Valladolid

El crimen casi perfecto: la viuda negra francesa que decidió matar a su marido en Villalar

El amante de Dominique Louis, que fue expulsada de la Policía gala por ejercer la prostitución, atropelló al anciano Simon Jochimec para cobrar su millonaria fortuna

Ángela Gago

Valladolid

Jueves, 5 de junio 2025, 06:43

Un triángulo amoroso, ambición, frialdad, dinero y traición. Estos son los ingredientes de uno de los asesinatos más impactantes ocurridos en la provincia de Valladolid. El 12 de julio de 2003, sobre las cuatro de la tarde, los franceses Dominique Louis y Jean Claude Vaze -eran amantes- decidieron atropellar al acaudalado y septuagenario marido de ella, Simon Jochimec, en la antigua carretera de Tordesillas a Zamora, a la altura de Villalar de los Comuneros.

El interés que este crimen despertó en la prensa de Francia fue desmesurado. La reputación de Dominique Louis en Francia era pésima, ya que en 1995 fue expulsada de la Policía Nacional gala por ejercer la prostitución, imagen que empeoró cuando se descubrió que desde 1986 estaba traicionando a su propia hermana al empezar una relación sentimental con su marido -Jean Claude Vaze, a la vez tío de sus tres sobrinos- y con el que luego tuvo un hijo. Vaze no tuvo problema en que Dominique, con el alias de 'Maud', siguiera trabajando como prostituta. De hecho, le llevaba la agenda de sus citas y los pagos que recibía de sus selectivos encuentros sexuales, la mayoría con ancianos acaudalados.

La víctima y el lugar del crimen

Un año antes del asesinato, Dominique y Jean Claude eligieron a su víctima: Simon Jochimec, de 75 años, 31 más que ella. 'Maud' le conoció en la primavera de 2002 porque había mantenido varios encuentros con uno de sus amigos y se fijó en Jochimec, que casualmente había heredado seis millones de euros de su madre, que había sido propietaria de una sombrerería de lujo en la milla de oro de Lyon. Simon, sin hijos y soltero hasta aquel año, había heredado toda la fortuna ya que su único hermano había muerto ahogado cuando tenía 18 años.

Unos meses más tarde, en concreto el 6 de septiembre de 2002, se casaron por lo civil en una ceremonia exprés e íntima. De hecho, el único testigo del enlace fue la trabajadora de la inmobiliaria que les había vendido un piso en Lyon. Nadie más. Al ser los deseos de Dominique órdenes para Simon, también adquirieron un chalet en la localidad alicantina de Santa Pola, donde comenzaron a vivir Jean Claude y el hijo de él y de Dominique, Olivier.

Como la Policía francesa -con los antecedentes de Dominique- no se iba a creer que la muerte de su marido hubiera sido accidental, la viuda negra y su amante determinaron ejecutar su plan en otro país. Ahí radica la elección de España, en concreto en la poco transitada carretera que une Tordesillas con Zamora para simular el accidente.

Jean Claude, de 57 años, había sido deportista, piloto y vendedor de coches de importación. En aquel 2002 vivía cómodamente gracias al dinero que le pasaba 'Maud' por sus citas sexuales, así que dedicaba su tiempo a entrenar a su hijo Olivier en el Club de Atletismo de Santa Pola. A finales de junio de 2003 acudió con Olivier para participar en el Campeonato Nacional Juvenil de Atletismo en Zamora.

Una rueda y un teléfono pinchados

La antigua carretera Tordesillas-Zamora le gustó. Vaze pensó que era el sitio ideal para no levantar sospechas. Allí, según la Policía y el fiscal galo, planeó todo. Convenció a Dominique para que realizara un viaje por España con Simon y que la ruta Tordesillas-Toro estuviera en el circuito para asegurarse su intervención desde otra vía de acceso.

Y así fue. El 12 de julio, el matrimonio, tras haber comido en el Parador de Tordesillas, transitaba por esta vía a la altura de Villalar de los Comuneros, en el kilómetro 407, rumbo al de Zamora. Dominique conducía y simuló que se le había pinchado una rueda. Su servicial marido se bajó del vehículo para repararla. Desde otra carretera, Vaze apareció al volante de un todoterreno y le pasó por encima a 30 kilómetros por hora. Jochimec murió en el acto.

Durante la investigación la Guardia Civil y la Policía francesa echaron por tierra todas las coartadas de Dominique. Más de diez años en la Policía gala no le habían servido para nada. A los investigadores les llamó la atención que Vaze cambiara el parachoques del vehículo, que era bastante nuevo. También desconfiaron al saber que Jochimec había heredado más de seis millones de euros, de los que parte figuraban en cuentas de Suiza después de haber hecho Dominique varias transferencias a su nombre y al de Jean Claude.

Otro dato clave fue que la relación de los amantes había continuado una vez que ella se había casado con el septuagenario. La policía francesa pinchó los teléfonos y descubrieron que por los 'oficiales' la viuda negra se lamentaba de la pérdida de su marido cuando hablaba con los allegados del anciano. Mientras que en los otros terminales, de tarjeta prepago, daba rienda suelta a su amor con Vaze y planeaban su vida en Canadá con el dinero de la víctima.

Además, Dominique cometió el error de incinerar de forma urgente a Simon en Valladolid para impedir realizar una autopsia y eliminar pruebas, siendo su marido de confesión judía, religión que prohíbe la cremación. Aquella práctica levantó las sospechas de los amigos de Simon y desmontó un crimen que estuvo a punto de ser perfecto.

«Pareja de depredadores»

Dominique fue detenida en Lyon el 20 de enero del 2004 y su amante en el aeropuerto de Barcelona tres días después. Su hijo, Olivier, se enteró a la vez de que su madre era prostituta y que estaba casada con un anciano. Durante el juicio, celebrado en enero de 2008, él negó que atropellara al anciano y ella le culpó de haberle obligado a ayudarle.

En sus declaraciones, la exmujer de Vaze -hermana de Dominique- y su madre coincidieron con la viuda en describirlo como un «manipulador» y un «mentiroso» capaz de someter a su amante. Tras una rápida deliberación, el jurado popular de Lyon dictaminó a esta «pareja de depredadores» como culpables y cómplices de asesinato. La contundencia de las pruebas recabadas por la Policía gala hizo que el fiscal calificara el crimen como «atroz».

Ella fue condenada a 28 años de cárcel, él a 30. La prisión les llevó a delatarse. En 2009 Vaze acusó a Dominique como autora del atropello. Ella, a su vez, le inculpó y él terminó suicidándose en una cárcel de Lyon en agosto de ese año, dos meses antes de que se repitiera el juicio tras prosperar la apelación de su abogado.

La próxima semana

Los crímenes y las víctimas del único asesino reincidente de Valladolid.

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