El Torreón de Lozoya alberga la más completa muestra del Art Déco de Federico Beltrán Massés

Segovia alberga desde ayer la más completa exposición del pintor Federico Beltrán Massés (Cuba, 1885-Barcelona, 1949), «uno de los grandes olvidados» del panorama artístico español del siglo XX, en palabras de Pedro Pérez Castro, comisario junto a María Oropesa de la muestra patrocinada por la Obra Social y Cultural de Caja Segovia y que permanecerá hasta el 23 de marzo en las Salas del Palacio del Torreón de Lozoya.

De padre madrileño y madre cubana con orígenes catalanes, Beltrán Massés estudió en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, donde pasó su infancia, y está considerado como uno de los más claros exponentes del Art Déco y el decadentismo que siguió a los dorados años 20 del pasado siglo que el pintor vivió en París codeándose con lo más granado de la sociedad aristocrática y alto burguesa del mundo, buena parte del cual recorrió.

Cosmopolita y mundano, su arte, simpatía y don de gentes le hizo merecedor de continuos e importantes honores y medallas gracias, entre otras cosas, a los retratos que realizó a celebridades mundiales de la época como los reyes Alfonso XIII de España y Jorge V de Inglaterra, los príncipes de Kapurtala y el sha de Persia, millonarios como los Rothschild o artistas del cine como Rodolfo Valentino o Pola Negri.

Maharaní de Kapurtala

Entre otros, la muestra contiene los retratos de la actriz Joan Crawford, el actor Douglas Fairbanks jr y la española Anita Delgado, que se convirtió en maharaní de Kapurtala y cuya vida ha sido narrada por Javier Moro en la obra 'Pasión india'. Se da la circunstancia de que las joyas que luce en la frente han sido subastadas recientemente por la Sala Christies de Londres.

El retrato de la maharaní es un óleo sobre lienzo, de 214 x 161 centímetros, perteneciente al Museo de Bellas Artes de Málaga, pintado por Massés, en 1919 y que ha sido restaurado por la Obra Social y Cultural de Caja Segovia para esta exposición que reúne más de medio centenar de pinturas, muchas de ellas de gran formato, procedentes de colecciones particulares de Barcelona, así como de la colección Carmen Thyssen, el Museo Art Nouveau y Art Déco de Salamanca, el Museo de Málaga y Patrimonio Nacional, entre otros.

Los comisarios de la exposición señalaron señalaron que este artista fue una gran figura en su época pero explicaron que pasó «al mayor de los olvidos» por el celo de su viuda en mantener unida su colección particular, lo que impidió la difusión de su obra u que entrase en los circuitos de las galerías de arte y las casas de subastas. Esa es la razón por la que hasta Segovia han llegado cuadros que no han sido expuestos desde hace más de sesenta años.

Sobre su trayectoria pictórica, afirmaron que Federico Beltrán Massés evoluciono desde el simbolismo de inspiración francesa hasta el Art Déco y de éste al decadentismo, siendo «muy fiel al estilo que eligió» y sorteando cualquier coqueteo con otros movimientos más vanguardistas de la época, situada entre finales del siglo XIX y el inicio de la Guerra Civil española.

Capacidad de seducir

Marisa Oropesa aseguró que la inaugurada ayer es «la exposición más completa en torno a Massés», gracias a la cual «se recupera a un artista que fue un gran olvidado, pero que también fue un gran pintor». Pedro Pérez subrayó que , se trata de un pintor «con una extraordinaria capacidad de seducir».

La exposición se estructura en seis capítulos -las referencias estilísticas del pintor, la fiesta y el espectáculo, la mujer, el retrato, Salomé y el orientalismo- que reflejan el erotismo elegante y colorista de Massés, su refinada voluptuosidad y una temática propia del decadentismo en el que se interrelacionan amor, muerte, pesimismo, sexo, vicio e incluso perversión. Todo un universo femenino que mezcló en España con un curioso folclorismo de manolas, venecianas, toreros, princesas y mujeres de livianos trajes de tules y gasas.