«Cuando me jubile quiero ser alcalde de Yanguas»
CRISTINA VEGA
Lunes, 12 de noviembre 2007, 01:27
Es periodista y trabaja como corresponsal en los servicios informativos de RNE, además de narrador del programa 'Tablero deportivo', de Chema Abad, especializado en fútbol sala y baloncesto. Ha publicado dos libros: 'Personajes y leyendas de Leganés' y 'San Nicasio, un patrón para Leganés'. Aunque reside en Madrid, es natural de Segovia y dedica los viernes para pasear por Segovia por las mañanas y por las tardes visitar los pinares de Yanguas de Eresma, localidad a la que está muy vinculado desde niño.
-¿Qué destacaría de esta localidad de apenas 200 habitantes?
-Es un lugar con dos zonas muy distintas, el centro y San Pedro. A mí lo que más me gusta es recorrer los caminos rurales que cruzan los pinares de Yanguas de Eresma en dirección a Añe y Armuña, así como el monte de utilidad pública de Tabanera La Luenga. Aquí recargo el oxígeno que me roba Madrid durante la semana.
-¿Qué le gustaría hacer por el pueblo?
-He iniciado la redacción de un libro sobre la historia, costumbres, caminos y producción agrícola y ganadera del municipio. Estoy en el primer momento de este parto, en el proceso de documentación, y creo que va a ser una obra imprescindible para conocer al desconocido Yanguas de Eresma. Además, ahora es un buen momento ya que estamos en plena reconcentración parcelaria.
-¿Alguna otra ilusión pendiente?
-Me encantaría, cuando me jubile en Leganés, ser alcalde de Yanguas de Eresma, porque en su cementerio están enterrados mis padres, para poner en marcha un proceso de progreso ecológico en el municipio, donde el vecino sienta como suyo el gran valor medioambiental que tiene la zona de San Pedro.
-¿Qué ha perdido el pueblo que recuerda de su niñez?
-Sin lugar a dudas la estación de ferrocarril. De pequeño veníamos en tren mis padres y yo desde Madrid y luego nos dábamos un baño en el río Eresma. A continuación subíamos a pie por la carretera a la casa de los abuelos. Ahora es una vergüenza el abandono que tiene Renfe de esta estación.
-¿Qué suele hacer en sus visitas a Segovia?
-Cuando atravieso el Acueducto me convierto en Juan Bravo. Avanzo como cualquiera por la calle Real, saludo a la Catedral y me introduzco en la casa de Antonio Machado para cargar pilas poéticas. Luego, hasta el Alcázar y de vuelta me tomo el aperitivo en La Cueva de San Esteban, antigua carbonería de la calle Valdegrullas, donde pasé mis mejores vivencias infantiles en casa de doña Lucía.
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