Desmantelan la fábrica de Manrique dos años después de su cierre

Dos vehículos pesados cargaron el lunes la maquinaria de la veterana nave de ladrillo situada en la calle Daniel del Olmo, en el polígono de Argales, con un destino que los presentes no quisieron desvelar. Una incógnita al igual que el posible futuro inmediato de las amplias instalaciones, cuyo destino desconocen por ahora tanto el Ayuntamiento como la Asociación de Propietarios del área industrial.

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Las instalaciones, en cualquier caso, permanecían abandonadas a su suerte desde que sus últimos propietarios (la empresa cambio de manos tres veces en tres años desde que fue vendida por la familia Manrique) pusieron fin a su producción en junio de 2020 y cerraron definitivamente sus puertas dos meses después. La clausura de la empresa dejó en la calle a sus últimos trece trabajadores (la planta tenía una treintena de operarios cuando fue vendida tres años antes).

El vaciado ahora de la planta de Manrique invita a pensar en un uso futuro. De su interior, al margen de la maquinaria (amasadoras industriales...), han retirado tubos y un sinfín de elementos (maderas, chapas...) cuyo único destino aparente parece una chatarrería.

La Panificadora Vallisoletana Manrique, que así se llamaba, fue fundada en 1960 por el palentino Antonio Manrique Tabares, quien presumía un cuarto de siglo después de haber sido los creadoras de la popular fabiola. La familia vendió finalmente la empresa en 2017 a una sociedad, que apenas unos meses después se la vendió a otra, que puso fin a la producción en junio de 2020, sesenta años justos después de su nacimiento.