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Estado del patio de butacas del Teatro Olimpia.
El Teatro Olimpia de Medina del Campo, a la venta

El Teatro Olimpia de Medina del Campo, a la venta

El edificio, adquirido en el año 2000 por el Ayuntamiento, sufre el deterioro de su abandono

patricia gonzález

Lunes, 23 de junio 2014, 12:29

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La folclórica Marifé de Trina hizo sus pinitos sobre las tablas del escenario principal y llenó hasta la bandera las casi mil localidades de la platea y del graderío. Años después, las tablas dieron cobijo a una Sevilla chica de mediados del siglo XVII donde Leoperrello, Masetto o la siempre tierna Zerlina pusieron en marcha una adaptación de la ópera (a pequeña escala, debido al escaso espacio del escenario) Don Giovanni.

En su segunda etapa, pasearon por el vestíbulo principal y subieron la pequeña escalinata (menos de diez peldaños) importantes genios del mundo cinematográfico y de las artes nacionales, como el difunto Elías Querejeta, Federico Lupi, Emma Penella, Juan Luis Gallardo o el siempre taquillero Santiago Segura, quien fue recibido con los acordes de una big band. Después de esta época dorada, el telón de terciopelo se bajó y no se volvió a subir. Los pianos, llenos de polvo, descansan en el espacio reservado para la orquesta y la alfombra roja del pasillo central del Teatro Olimpia no volvió a ser pisada ni por folclóricas ni dramaturgos ni actores de la historia más reciente.

Hoy, once años después de su última gran función, el mítico Teatro Olimpia de Medina del Campo respira humedades, polvo y viejas glorias imperceptibles a la mirada de los vecinos de la localidad, quienes transitan por su puerta principal sin apreciar las historias de este inmueble inaugurado el 17 de octubre de 1957 y que está abocado a su venta, según aseguró la alcaldesa del municipio, Teresa López, quien concretó que «es imposible en los tiempos que corren acometer una restauración integral del edificio, ya que su inversión sería elevadísima y sin una cifra concreta debido a todas las labores que se deberían desarrollar».

La crisis ha dado al traste con la recuperación de este teatro y cine que durante años albergó grandes producciones teatrales, conciertos de música clásica, películas nacionales e internacionales, festivales de cine... y hasta inauguraciones de campeonatos de galgos. A pesar de que el Ayuntamiento adquirió el inmueble hace casi quince años y de que algunos gobiernos municipales (PP) llevaron en sus programas electorales la recuperación integral de este inmueble (con proyectos de más de cuatro millones de euros), la realidad es que el Teatro Olimpia será puesto a la venta. La alcaldesa no confía en poder desarrollar ningún proyecto debido a su elevado coste.

Una gran araña de cristal con hojas en forma de parra daban la bienvenida a los espectadores, quienes si alzaban unos metros la mirada hacía el friso principal del hall podían observar un fresco con personajes de la mitología griega. Dos grandes escalinatas abrigan hoy a los gigantes y cabezudos de las fiestas patronales de San Antolín, que descansan en la parte izquierda de la primera de las tres plantas que posee el Olimpia. La humedades han ennegrecido el color crema de las paredes de la parte superior y la pintura descascarillada reina en los laterales de la segunda planta, donde en sus servicios las palomas campan a sus anchas llenando de palominos los aseos que fueron reformados «deprisa y corriendo» para la reapertura del inmueble en el año 2000, cuando se celebró la Semana de Cine de la localidad. «Durante el año 2013 realizamos unas obras de mantenimiento, ya que la bajante estaba en muy malas condiciones y la cubierta sufría varios problemas», comentó uno de los técnicos del área de Urbanismo, quien concretó que el inmueble posee una protección estructural (que no es la máxima) según se contempla en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la localidad.

A pesar de no estar declarado en ruina, ya que su estado no lo requiere, el aspecto del teatro proyectado por el arquitecto Dacio Pinilla Olea, a petición de propietario inicial, Mariano del Río, es desolador. En el año 2000, el Ayuntamiento adquirió y durante tres temporadas (hasta 2003), la Semana de Cine hizo que las casi mil butacas granates volvieran a llenarse. «El Olimpia es un gran teatro que albergó festivales cuando cerraron el cine Lope de Vega y el Ayuntamiento decidió comprar el inmueble para que la semana pudiera celebrarse», comentó el director del festival medinense, Emiliano Allende, quien aseguró:«Me da mucha pena ver el teatro cerrado y en las condiciones en las que está». Una vez clausurado el inmueble de manera permanente en 2003, todas las actividades pasaron a desarrollarse en el Auditorio Municipal de la plaza de Segovia, edificio que tardó en levantarse cinco años. Durante la próxima Semana de Cine, los medinenses verán cómo el Olimpia volverá a formar parte de la cultura gracias al cortometraje de Chris Down, que el próximo septiembre rodará parte de su cinta en el teatro. Estas escenas serán las últimas que el Olimpia protagonice, por el momento, hasta que recobre todo su esplendor con un nuevo propietario.

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