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El camión implicado en el accidente, parado en el arcén.

La muerte de un ciclista reaviva los riesgos del intenso tráfico de la N-603

El fallecido es Antonio Llorente Illera, quien presidió el club 53x13 en su fundación

césar blanco

Martes, 30 de junio 2015, 11:22

«Ahora no se trata de echar la culpa a nadie, es un poco de todos. Lo que debemos de hacer es mentalizarnos. A veces cometemos errores, como todo el mundo, pero al final es la fortuna la que interviene». El delegado provincial de ciclismo, Antonio Barrio, no buscaba ayer responsabilidades ni cargar tintas sobre nadie después de conocer la muerte de Antonio Llorente Illera. Ayer no era el momento, solo cabían el duelo y la pesadumbre por la pérdida de uno de los nombres que más ha hecho por el ciclismo contemporáneo en la provincia en un desafortunado accidente de tráfico. El que fue presidente en su fundación del club 53x13 perdió la vida haciendo lo que más le gustaba y practicando la que fue su principal afición y pasión: montar en bicicleta por las carreteras segovianas.

Los luctuosos hechos ocurrieron poco antes de las once y cuarto de la mañana. Varios avisos alertaron al centro de operaciones de Emergencias 112 Castilla y León de que un ciclista se encontraba tendido en el asfalto inconsciente. Según la notificación que recibió el servicio, un camión que circulaba por la nacional N-603 en sentido Segovia le había arrollado a la altura de la isleta formada por el cruce de la carretera de Riofrío, desde donde al parecer procedía el ciclista. La señalización en una y otra vía con el ceda el paso no impidió el fatal accidente.

Agentes del Instituto Armado se trasladaron a la intersección donde se localizó el fatal atropello. En el punto kilométrico 88 de la nacional y a no más de dos kilómetros del acceso a la entidad menor de Revenga. También acudieron al lugar del siniestro equipos de Emergencias Sanitarias de Sacyl, que no pudieron hacer nada. Antonio Llorente murió en el acto. En la calzada estaba tirada su maltrecha bicicleta de carretera y el casco, mientras los agentes controlaban el intenso tráfico que registra habitualmente esta vía, a l mismo tiempo que otros compañeros recogían la información pertinente para elaborar el atestado e incoar la investigación. Durante este tiempo, el camión que supuestamente arrolló al ciclista permaneció estacionado en el arcén.

El alcalde pedáneo de Revenga, Alfonso Nevado, lamentaba este nuevo siniestro de tráfico en las inmediaciones de la entidad menor. Sin embargo, admitía que las reivindicaciones de su predecesor en el cargo, José Luis Cañas, habían logrado reducir la accidentalidad en esta carretera, y en particular en la travesía. De hecho, el nudo viario donde ayer perdió la vida el veterano ciclista de 76 años de edad fue señalizado hace un tiempo con los ceda el paso y la adopción de la medida de reducir el límite de velocidad a 80 kilómetros por hora.

Ha habido mejoras

Como consecuencia de las movilizaciones vecinales, también en la travesía de Revenga se ha tratado de mejorar la seguridad de peatones y vehículos, añade Nevado. Así, se han estrechado los carriles y las lineas discontinuas se han hecho continuas para evitar adelantamientos y que los conductores pisen demasiado el acelerador. El tope de velocidad en este tramo ha quedado fijado en 50 kilómetros por hora, como advierten paneles luminosos a la entrada del núcleo.

Sin embargo, y después del suceso de ayer, «habrá que ver si todo esto es suficiente porque luego la gente lo tiene que respetar, sino no vale para nada», declara Nevado. Este jueves está previsto que se reúna la junta vecinal y es posible que se ponga otra vez más sobre la mesa la seguridad de la circulación por la N-603. Algunos responsables de la administración regional y de las propias Fuerzas de Seguridad del Estado en la provincia ya abogaron en su día por facilitar el acceso de los conductores a la autopista para desahogar la enorme intensidad de tráfico que soporta la nacional. Un forma de descongestionar este tramo sería la gratuidad del peaje para conductores, pero la propuesta quedó guardada en el cajón al depender del Estado. Otra idea, localizada en este caso para la travesía, habla de construir un paso elevado con el objetivo de que ni peatones ni vehículos se encuentren.

Reacciones

«El cruce de Fuenteblanca está bien, pero hay que respetar las señales», afirma el regidor pedáneo de la entidad menor de Revenga. Alfonso Nevado matiza que si el accidente mortal reaviva el debate de la seguridad en la N-603, su población va a estar en primer línea para reivindicar el tránsito seguro. «Hablaban de poner un paso elevado para que los peatones y los vehículos no se encontrasen».

Para Antonio Barrio, la prioridad es la educación vial y, por ende, el «respeto mutuo de conductores y ciclistas». Comenta que el fallecido le había dicho hace una semana que estaba «muy animado» para volver a la carretera tras haber estado parado unos meses por un accidente que tuvo con la bicicleta, esa vez él solo. «Era una persona muy activa y se implicó mucho en los primeros años del club 53x13», evoca Barrio.

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