El BM Valladolid solicita el concurso de acreedores
La deuda de 1.580.000 euros y el embargo de sus cuentas empuja a la directiva a buscar una solución
MIGUEL A. PINDADO
Lunes, 10 de marzo 2014, 15:04
Era el que faltaba. Tras el CB Valladolid y después el Real Valladolid, ahora le ha tocado el turno al BM Valladolid. La directiva del club, con Óscar Simón a la cabeza, solicitó ayer al juzgado de lo Mercantil el concurso de acreedores. En un escueto comunicado, el club informa de que : «En Junta Directiva celebrada el pasado día 3 de marzo de 2014, se decidió por unanimidad solicitar ante el juzgado de lo mercantil la entrada del Club Balonmano Valladolid en concurso de acreedores, lo cual se ha llevado a efecto en la mañana de hoy. Las causas que han motivado esta decisión han sido la imposibilidad de hacer frente a todos los pagos del mes de febrero y, principalmente, la ejecución por parte de D. Raúl Torres Martín de la sentencia, con el consiguiente embargo de las cuentas bancarias del Club. En este momento comienza una nueva andadura. Esta Junta Directiva continuará trabajando siempre por el presente y futuro del Club Balonmano Valladolid. En Valladolid, a 10 de marzo de 2014».
Desde que tomó el mando del club, Óscar Simón siempre se mostró remiso a solicitar el concurso de acreedores, pero el paso de los meses y la penuría económica del club ha forzado situaciones que finalmente han abocado al concurso. La gota que ha colmado el vaso ha sido la demanda del anterior gerente, Raúl Torres, que acabó en ejecución vía judicial y en el consiguiente embargo de las cuentas del club. Dicho embargo ha paralizado cualquier actividad económica del club, lo que provocaría su colapso y quiebra, y por tanto se vio forzado a solicitar el concurso. Pero detrás de Raúl había cola. El primero Davor Cutura y después un numeroso grupo de jugadores actuales y de otras temporadas con los que se llegó a distintos acuerdos de pago, pero de dificil ejecución. Así pues, el caso de Torres es una mera anécdota, si bien es cierto que durante muchos años ha funcionado en el club eso de 'cobrar aunque sea tarde, pero cobrar'.
El propio presidente comentó en la rueda de prensa que «había una imposibilidad de hacer frente a diversos pagos de febrero y además llegó el embargo de cuentas por la ejecución de la sentencia de Raúl Torres. Ello nos empujó a solicitar el concurso de acreedores». Según las estadísticas, dos de cada tres empresas que solicitan el concurso acaban liquidando, pero según Óscar Simón esa no es la intención del club. «No se presenta el concurso para liquidar el club sino para continuar. Tenemos otros ejemplos cercanos en nuestro entorno en Valladolid y también en el mundo del balonmano como son el CAI Aragón o nuestros vecinos del Ademar».
Óscar Simón volvió a repetir que «el club está mejor ahora que hace un año», incluso según el tesorero Eduardo Toquero «el BM Valladolid contaba con un superávit de 150.000 euros y para el final de temporada se estima que el superávit rondaría los 75.000 euros». El problema que ha surgido es que «hasta ahora nadie había ejecutado una sentencia», aunque él mismo reconoció que con el exjugador serbio Davor Cutura se había llegado a juicio y estaban a espera de que se fallara su sentencia, que igualmente acabaría en vía ejecutiva. Y es que además, esas cifras de superavit son meramente contables, porque en realidad el club no es capaz de cumplir con multitud de pagos pendientes de esta y otras temporadas, ya que tiene que hacer frente a la amortización de la deuda con Hacienda y la Seguridad Social.
El presidente del club explicó que la deuda a 28 de febrero era de 1.582.000 euros, de los cuales 699.000 se deben a Hacienda; unos 200.000 a la Seguridad Social; 126.000 a proveedores; 398.000 a jugadores, exjugadores y personal, y unos 203.000 a entidades financieras. Y después de relatar estas cifras quiso dejar bien claro que «el que entra en concurso es el BM Valladolid, no sus patrocinadores, que seguirán ayudando al club. Cuatro Rayas, nuestro principal patrocinador, tiene intención de continuar, pero está claro que hasta que no certifiquemos la permanencia no se firmará nada».
Así pues, el club está a la espera de que el juzgado de lo Mercantil acepte la solicitud del concurso y a partir de ahí poder recuperar la liquidez económica del día a día para que el club pueda desenvolverse con 'normalidad'. En ese momento, según el presidente Óscar Simón, quedan paralizados todos los pagos y será el administrador o administradores concursales los que elaboren el plan de viabilidad (o no) del club. Si el juzgado no admitiese la solicitud del concurso, el club se vería abocado a la quiebra inmediata y la desaparición.
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