Una mujer de 39 años fallece mientras velaba a un hermano, muerto horas antes

Si dramática es la muerte de un hijo a una edad relativamente joven, 42 años, el trauma se eleva a lo exponencial para el padre si otra hija, esta de 39, fallece a las pocas horas tras conocer que uno de sus cuatro hermanos había perdido la vida.

Esto ocurrió ayer a una familia vallisoletana. Román V. S. había muerto, al parecer por «alguna enfermedad» según dijeron fuentes funerarias, y su cadáver fue trasladado al tanatorio de El Salvador, en el camino del Cementerio, donde se instaló la capilla velatoria.

A primeras horas de la tarde de ayer familiares del fallecido, entre ellos Yolanda V. S., se encontraban velando el cadáver cuando esta mujer, de 39 años, «empezó a sentirse mal», explicaron algunos testigos.

Sanitarios del servicio de emergencias 112 que, avisados del hecho, acudieron al lugar intentaron reanimar del paro cardiaco a la joven mujer en el propio tanatorio y posteriormente la trasladaron al Hospital Clínico, donde tampoco los intentos de reanimación dieron fruto.

Anoche, los dos hermanos compatían, sin vida, sendas salas del mismo tanatorio. Esta mañana ambos serán incinerados en el cementerio Parque El Salvador.