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Ángeles Vázquez, la última directora; y Ana Soria, ex alumna, en la calle donde estaba el colegio. / M. A. S.
Los lejanos días de la infancia
VALLADOLID

Los lejanos días de la infancia

Antiguos alumnos del colegio San Nicolás de Bari, desaparecido en 1992, organizan un encuentro para el 23 de mayo

FIDELA MAÑOSO

Domingo, 5 de abril 2009, 03:19

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Los ex alumnos del antiguo colegio San Nicolás de Bari, desaparecido en 1992, quieren volver a reencontrarse y en ese afán está metido de lleno un grupo de ellos al frente del cual se encuentra la que fuera profesora y responsable del centro en su última etapa María Ángeles Vázquez. Ha resultado muy difícil contactar con el millar de estudiantes que pasaron por sus aulas porque ni el archivo de la época, ni el listado de alumnos existe, aunque gracias a la prodigiosa memoria individual y colectiva han logrado ponerse en contacto con 550. Y tienen una cita el 23 de mayo para recordar los ya lejanos días de la infancia y la adolescencia compartidos en el colegio San Nicolás de Bari que fundaron en 1962 las hermanas Callado Alite, Josefa, Caridad y Juana.

Las tres, junto con otros dos hermanos y sus progenitores desembarcaron en Valladolid procedentes de Ciudad Real, donde su padre, empleado de Renfe, fue trasladado. Eran los años cincuenta. Las tres permanecieron solteras y buscaron un modo de vida. En un par de habitaciones del domicilio familiar, situado en la calle Mateo Sangrador, empezaron a impartir clases particulares a los escolares que acudían a los distintos colegios a los que preparaban para el examen de ingreso, una prueba que se realizaba a los 10 años para pasar de primaria a bachillerato.

Animadas por la cantidad de alumnos que tenían y el éxito que obtenían los mismos, a mediados del año 1962 fundaron el colegio San Nicolás de Bari, ubicado en el bajo del número 2 de la calle Alonso Berruguete (lateral del Teatro Calderón, debajo de la Peña Taurina). Se trataba de un espacio físico limitado, con dos aulas unitarias, una para niños y otra para niñas, y una tercera unidad para párvulos, aunque su formación académica era muy intensa, se trabajaba mucho, porque ese era el espíritu de las promotoras, conscientes además de la competencia que existía con colegios próximos como Las Teresianas, con unas instalaciones fantásticas. A pesar de todo, siempre colgaron el cartel de no hay plazas libres. Por la tarde, seguían impartiendo clases de refuerzo a los alumnos que habían aprobado el ingreso.

En 1970 entró en vigor la Ley General de Educación, la de Villar Palasí, (EGB) que establecía la enseñanza primaria obligatoria hasta los 14 años. En ese momento se planteó una situación complicada ya que con las instalaciones reducidas con las que contaba no podía cumplir con las exigencias de acoger a tantos escolares. Como mujeres emprendedoras que fueron, alquilaron el primer piso del número 6 de la misma calle, encima de la taberna Calderón, y así dispusieron de espacio suficiente para funcionar.

También se planteó el tema de la gratuidad de la enseñanza, por lo que el San Nicolás de Bari se acogió al sistema de conciertos educativos. Recibía una subvención del Ministerio, con la que se cubrían los gastos de funcionamiento del centro, y se establecía el pago de legado a los profesores. A partir de ese momento se eliminan las clases particulares.

Paso a cooperativa

En 1988 se jubiló la última de las hermanas, Juana, que había llevado las riendas del colegio, y los profesores que estaban en nómina constituyeron una cooperativa de trabajo asociado para quedarse con el colegio y continuar así con la labor educativa hasta 1992. Nuevas leyes, como la LOGSE de 1990, establecían unas normativas relativas a las instalaciones que debían disponer los colegios que hicieron inviable su continuidad. El Ministerio de Educación ya contaba para entonces con toda la infraestructura necesaria y no les renovó el concierto.

Podría haber continuado abierto, pero los alumnos hubieran tenido que pagar de nuevo y, entonces, la competencia de otros grandes privados concertados no se podía afrontar. Cerraron, aunque hasta el ultimo momento tuvieron las aulas llenas.

Abogados, ingenieros, peritos, médicos y políticos se formaron en sus aulas, entre ellos la actual portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, de la promoción 84-85.

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