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Álvaro Ángel Díez Frutos
Domingo, 30 de noviembre 2008, 02:02
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La huelga de juzgados de febrero a abril fue un intento inútil de cargar los retrasos a la Administración. Los magistrados no sacaban adelante el trabajo asignado. ¿No había mejor excusa que 'parar por 200 euros'? ¿Nadie ha pedido que se cambie algo? La pausa habría sido la misma, pero la razón de ser habría ayudado mucho a la justicia, en vez de empañarle la imagen. Se habló de un plan de choque para evitar el colapso que surgía, ¿Dónde está? Era trabajar sólo siete horas diarias. Quién pudiera. ¿Qué van a hacer en cinco horas? Es imposible que de 9.00 a 14.00 que abren el juzgado se pueda hacer todo. Sólo currando dos horitas por la tarde vamos un 40% más rápido. ¿Y si con ello se salva alguna vida? Que las denuncias no prescriban. La solución esta clara, trabajar como cualquier funcionario del Estado. Además, se dejaría de vulnerar el derecho que todos tenemos a no perder del trabajo para recoger un papel por la mañana. ¿Metemos el turbo a la justicia?
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