«Su ilusión era su coche», recuerda la alcaldesa de Palacios del Pan
Lo utilizaba una vez a la semana para ir a comprar a Zamora, normalmente los martes
Un Land Rover antiguo, que su dueño había hecho histórico a lo largo de los años, era la ilusión de Manuel P., el hombre de 88 años que cayó desde el puente a la vía y que fue arrollado por el Alvia Ferrol-Madrid, que descarrilló después. Manolito, como todos le conocían en el pueblo zamorano de Palacios del Pan, que tiene 240 habitantes censados, tenía pasión por su coche. Lo utilizaba una vez a la semana para ir a comprar a Zamora, normalmente los martes, como hizo esta vez, aunque había días que algún vecino le acercaba hasta la ciudad, a 14 kilómetros del pequeño municipio.
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«Le gustaba arrancar el coche de vez en cuando y moverlo para ir hasta Zamora, comprar y volver», explica la alcaldesa, Lidia Pechero, quien sostiene que Manuel no aparentaba la edad que tenía porque estaba «muy bien física y psíquicamente». Además, explica, era «muy prudente» al volante y conducía despacio.
Viudo desde hace muchos años y con dos hijas, residía en Palacios del Pan junto a una de ellas. Era humilde y sencillo. Todo el mundo le conocía y no solo en Palacios, sino también en los pueblos de la comarca de Tierra del Pan, donde el fallecimiento de Manuel y del joven maquinista gallego Alexander Pedreira Sanz ha creado gran conmoción.
Aseguran en el pueblo que era un hombre «entrañable», que siempre ayudaba en la iglesia y colaboraba con el sacerdote arreglando el altar o pasando el cepillo. Lamentan sus vecinos no poder acompañar a la familia en estos momentos debido a las restricciones de la fase 1. Jugar a las cartas en el centro cultural, conversar o coger leña eran otras de las dedicaciones de Manuel, a quien todo el mundo conocía.
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