Milagros Salgado barre la acera con gravilla a la puerta de su panadería de la calle Linares. Rodrigo Jiménez

Valladolid

Vecinos de La Rondilla se quejan del asfaltado de su calle: «La han dejado peor de lo que estaba»

El Ayuntamiento justifica que la gravilla que suelta el «microaglomerado en frío» aplicado en la calzada «desaparece en unas semanas y el firme queda como nuevo»

Sofía Fernández

Valladolid

Miércoles, 23 de julio 2025, 19:35

No han pasado ni dos semanas y los vecinos coinciden en su descontento por los resultados tras las obras de renovación del asfalto de la ... calle Linares, concretamente en el tramo que discurre de Moradas a Mirabel, en pleno corazón del barrio de La Rondilla. «La han dejado peor de lo que estaba», critica Milagros Salgado, quien regenta una panadería en esta vía desde hace seis años, en alusión al estado de la calzada. «Todos los días que salgo a barrer hay gravilla hasta por la acera y esto no había pasado nunca. Y la verdad que todo el mundo piensa igual, que lo que han hecho es una chapuza», apunta la comerciante para resumir el sentir generalizado de los residentes.

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Un vistazo a la calle basta para ver a lo largo de toda la calzada la gravilla suelta que se esparce desde la zona central del carril hasta las plazas de estacionamiento. «Prohibieron aparcar durante dos días, después lo hicieron en apenas tres horas y cuando abrieron la calle ya se podía pasar... Entonces, qué te vas a esperar de cómo ha quedado», recuerda la dependienta de una bisutería de la calle Linares. «De hecho, hay tramos que están más próximos a la acera donde ni han echado capa de asfalto. Esto en la calle Santiago seguro que no lo hacen», finaliza la mujer tras el mostrador de su negocio.

Gravilla suelta por la calle Linares tras la aplicación de la mezcla sobre el pavimento. R. J.

Los vecinos del entorno que pasean a diario por la renovada vía consideran que parece «un trabajo a medio rematar, en el que la pintura de las marcas viales que acaban de poner se va a borrar en dos días».

La calle Linares es una de las cincuenta vías que en esta campaña veraniega de renovación del asfalto ha sido objeto de los tratamientos de microaglomerado en frío. «Lo que se ha hecho en este caso es aplicar una capa de 'slurry', una mezcla asfáltica de arena y betún que se aplica para el sellado de fisuras y que durante las primeras semanas suelta esa arenilla, sobre todo, por el rodado de los vehículos, pero no es que esté mal extendido ni mal rematado», explica el responsable municipal de obras de pavimentación, Óscar Herrero.

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De hecho, la segunda fase de aplicación de esa mezcla asfáltica esta previsto que tuviera lugar a lo largo de este mismo miércoles, en el tramo siguiente de Linares hacia a la avenida de Palencia, quedando así la calle completamente renovada por esta mezcla asfáltica. «Dejaremos abierto este tramo a mediodía para facilitar el acceso y mañana se procederá a retirar las señalizaciones y pasar a la calle Moradas», anticipa Herrero.

Quejas al Ayuntamiento

Al tiempo que una parte de la calle está ya terminada y sobre la otra se están haciendo mejoras, hasta el Ayuntamiento han llegado quejas de varios vecinos por esa molesta gravilla que surge de la calzada y que se acumula día tras día y que, según advierten los afectados, «puede ser incluso peligrosa para las bicicletas y motos porque pueden resbalar con mayor facilidad».

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Desde el Centro de Conservación de Vía Públicas del Consistorio anticipan en que «en un mes esa arenilla ha desaparecido», tal y como añade el jefe de departamento, Jesús Briones. La aplicación de esa capa asfáltica de «unos cuatro milímetros de grosor está pensada para recuperar firmes a medio uso de una forma eficaz y que provoque precisamente la menor molestia a los vecinos porque no hay que levantar el asfalto», matiza.

La aplicación que se ha llevado a cabo tanto en Linares como en medio centenar de vías de la capital «permite prolongar la vida útil de las calzadas entre 5 y 8 años, dependiendo obviamente del tráfico que tengan», puntualiza Briones, quien añade que «las labores de limpieza del Ayuntamiento y la lluvia ayudan en el asentamiento del firme que queda como nuevo en apenas unas semanas».

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Para el personal del Ayuntamiento estas quejas no son algo nuevo. «Pasa lo mismo cada año desde hace siete que se viene haciendo esta técnica de microaglomerado en frío, siempre hay quejas durante los primeros días en las zonas donde se aplica, pero por puro desconocimiento, porque los vecinos lo ven los primeros días y piensan que la calle va a quedar así, pero para nada. Lo mismo ha pasado este año en la zona de Parque Alameda y simplemente hay que esperar para ver los resultados», admite. Asimismo, desde el Consistorio añaden que tratan de «atender y mejorar el mayor número de calles con los medios de los que se dispone y en el caso de esta fina capa asfáltica en frío el precio es del 20% de lo que costaría el fresado y posterior asfaltado», finalizan.

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