Dos grupos logísticos pugnan por operar la nueva terminal de mercancías de Valladolid
Adif espera resolver el concurso a la vuelta del verano
Dos conglomerados empresariales pugnan por operar la nueva terminal logística de mercancías de Valladolid. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) resolverá a lo largo de septiembre el concurso que lanzó en abril y al que se presentaron Alsa Rail y la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Transfesa, que gestiona la base de Argales, y Suardiaz Slisa.
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Fuentes ferroviarias consultadas por Ical explicaron que el grupo elegido asumirá la explotación a riesgo y ventura de la base de la ciudad, una de las siete incluidas en el programa Mercancías 30 del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la primera del Corredor Atlántico en entrar en servicio, incluso antes que la alavesa de Vitoria-Jundiz.
De momento, la Dirección de Servicios Logísticos de Adif tiene que cerrar el examen de las ofertas presentadas para hacerse con el arrendamiento de la terminal de Valladolid, que Adif oferta a un precio de salida de 503.015 euros (IVA incluido) durante un periodo de seis años, que podrá prolongarse hasta un máximo de 20 en función de distintos parámetros como la realización de inversiones adicionales por parte del adjudicatario.
En concreto, el grupo elegido se hará cargo de unos espacios e instalaciones de 63.000 metros cuadrados, si bien podrá optar a otros 43.000 para la expansión de la zona logística. Una vez se ponga en servicio concentrará la actividad ligada al transporte de mercancías que actualmente se desarrolla en la estación de Campo Grande y las instalaciones de Argales, La Esperanza y La Carrera.
El contrato de Adif impone el abono de una especie de canon y una actividad mínima, si bien esta terminal, pública de gestión privada, estará abierta a la actividad de otras empresas para lo que podrá cobrar unas tarifas que tendrá que supervisar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
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Desde el sector ferroviario insisten en que la terminal de Valladolid tiene una «potencialidad muy elevada» porque cuenta con una demanda «no atendida» en la actualidad, por lo que auguran que todo ello provocará un «aumento brutal» del tráfico de mercancías por tren.
Ahora, el tráfico se centra en atender al sector de la automoción, que cuenta con plantas en Valladolid de Renault o Michelin, así como a la industria siderúrgica que las abastece y que podría montar un gran centro de distribución de 20.000 metros cuadrados. A esto se suma toda la demanda de la agroalimentación, con el azúcar o el vino, y el campo, ya que ahora por ejemplo la producción de alfalfa viaja en camión.
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Tres ámbitos distintos
Estas instalaciones, conectadas en la futura autopista ferroviaria, tendrán una doble finalidad: servicios ligados a logística de UTI (unidades de carga intermodal), como carga y descarga sobre y desde vagón, además de otros (almacenamiento, limpieza y reparación, inspección, pesaje, etc.), y servicios ligados a la logística del tren, como la recepción o expedición de convoyes y las maniobras con o sin locomotora.
Se organizará en tres ámbitos, la terminal de carga intermodal (55.650 metros cuadrados), compuesta por una losa de carga de 37.500 metros cuadrados, con 50 metros de ancho y 750 de largo, así como dos vías. También cuenta con un edificio de gestión administrativa y de servicios y un vial de acceso, zona para otros servicios auxiliares y zona de estacionamiento de vehículos en terreno asfaltado (7.000 metros cuadrados).
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La terminal de transporte de mercancías (TTM) se localiza en el nuevo complejo ferroviario de la ciudad, una gran instalación con 700.000 metros cuadrados que permitirá unir todas las actividades logístico-industriales, de mantenimiento de vía y de material rodante en único espacio.
La instalación, en la que Adif invierte, conjuntamente con la variante, 300 millones de euros, será la mayor de España de este tipo y una de las más grandes de Europa. Se divide en varias áreas, ya que cuenta con una instalación técnica para el tratamiento de trenes, con 117.000 metros cuadrados y 14 vías y la propia terminal de mercancías. Además, el complejo contará con una base de mantenimiento de Adif, talleres, almacenes y oficinas, así como los centros de tecnología de vía y Redalsa.
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Por otra parte, Adif sigue trabajando en la construcción de la Variante Este de Valladolid, tras poner en servicio a principios de año la conexión con la factoría de Renault, lo que ha permitido desmontar la vía de Ariza y afrontar las obras del viaducto de los Tramposos. Está previsto que se abra hasta su enlace sur a primeros del próximo año, lo que eliminará todos los tráficos de mercancías por el centro de Valladolid.
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