Las siete víctimas del 'voyeur' de Konecta perdonan que les grabara en el aseo
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El juez de lo Penal dicta sentencia absolutoria al retirarse todas las acusaciones contra el ex compañero de las teleoperadorasUna de ellas, la que encontró la cámara en el aseo de las chicas y dio la voz de alarma, dudó hasta el último minuto pero, al final, las siete víctimas del 'voyeur' de Konecta decidieron perdonarle y retirar la acusación contra Luis Alberto Ortega, de 53 años, que se enfrentaba a 19 años de prisión por dos delitos contra la intimidad y otros cinco continuados por el mismo deltio. Las víctimas del mirón ratificaron ayer ante el juez su perdón para el excompañero que reconoció haber instalado una cámara y haberlas grabado mientras utilizaban el baño en la empresa en la que trabajaban. La mayoría, teleoperadoras, además de la empleada de su madre, a quien también grabó con fines libidinosos. Este perdón significa que el acusado, para quien se pedía un total de 19 años de prisión por siete delitos, no irá a la cárcel.
El magistrado del Juzgado de lo Penal ha dictado 'in voce' la sentencia absolutoria, una vez que las acusaciones, incluido el ministerio fiscal, se han retirado del procedimiento porque, ha explicado el representante de la Fiscalía, «en este tipo de delitos contra la intimidad, si hay perdón, tiene que retirarse la acusación, no ocurre lo propio, por ejemplo, si se trata de delitos sexuales».
El fiscal pedía penas de dos años de prisión por cada uno de los dos delitos contra la intimidad y tres años por cada uno de los cinco delitos continuados contra la intimidad, además de multas de 11.400 euros e indemnizaciones de 1.000 euros para cada una de las víctimas. Antes de la vista oral, seis de las jóvenes ya manifestaron su intención de perdonar al acusado y tampoco compareció el representante de la empresa Konecta, con lo que se dio por retirada esta acusación particular. Iniciado el juicio, la séptima joven perjudicada, que fue quien encontró la cámara en los aseos, decidió también perdonarle. Su letrado solicitaba inicialmente tres años de prisión y 5.000 euros de indemnización.
El extrabajador de Konecta fue detenido por la Policía Nacional en octubre de 2019 y reconoció haber instalado una minicámara de vídeo en el servicio de mujeres de la empresa operadora del polígono de San Cristóbal para grabar a sus compañeras de trabajo mientas usaban el baño. Todo comenzó un año antes, cuando empezó a grabar a sus compañeras por debajo de la mesa de trabajo para obtener imágenes de sus piernas, bragas y partes íntimas. El espionaje fue más allá al instalar en el portarrollos del papel higiénico del aseo una cámara. A las 21:00 horas del 8 de octubre de ese año, una de las jóvenes observó una pequeña luz en el portarrollos, con lo que una vez descubierto el equipo de grabación, puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional. La tarjeta contenía 14 archivos de vídeo.
El voyeur, vecino de Medina del Campo y empleado de la empresa durante 20 años, tenía además dos discos duros, table, cámaras y varias tarjetas de memoria con grabaciones ocultas, la mayoría, de la empleada que trabajaba en su domicilio cuando se cambiaba de ropa o iba al baño.
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