Nueva dotación de camas de UCI del Hospital Clínico de Valladolid. EL NORTE

Sacyl aumentó en 28 sus camas de UCI en Valladolid sin contratar más médicos

La Cesm critica que, mientras hay un gran incremento de puestos para críticos, solo hay 23 intensivistas y ninguna ampliación

Ana Santiago

Valladolid

Domingo, 11 de octubre 2020, 07:52

La pandemia ha obligado a los hospitales a aumentar considerablemente las camas de atención en las UCI de toda la comunidad. Un total de ... 69 puestos más para críticos en la región, es decir, un incremento del 41,6% que no ha ido acompañado de un aumento de médicos intensivistas. Es la denuncia de la Cesm en un estudio de la dotación de camas y la plantilla orgánica.

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«Puede haber alguna contratación que no figure por ser eventual o puntual o de alguno de los que voluntariamente se incorporaron en plena pandemia para echar una mano;pero no una política de adecuación de los profesionales a la capacidad de ingreso hospitalario. Ninguna contratación en Palencia, Burgos o Zamora. Ninguna ni en el Clínico ni en el Río Hortega de Valladolid. Por lo que la plantilla está quemada, con un exceso de guardias de, en ocasiones, hasta nueve o diez al mes y saturados por este volumen de trabajo que además exige las conocidas condiciones de protegerse con un equipo de protección individual», destaca desde la Cesm, José María Soto, vicesecretario regional de este sindicato médico.

Esta central profesional incide en que el «incremento era absolutamente necesario porque la falta de medios estructurales y humanos en Cuidados Intensivos ya era un problema previo al coronavirus, como se demostraba en la muy inferior dotación de medios de nuestro país y comunidad en relación con los países de la Unión Europea. España estaba en la media de la OCDE».

En Valladolid, el Clínico comenzó con 11 camas de UCI y ha sumado durante este tiempo otras 18 hasta las 29 actuales (10 recién estrenadas) y el RíoHortega ha incrementado con una decena sus 21 hasta los 32 puestos. Sin embargo, mantienen solo 9 y 14 médicos intensivistas, respectivamente. «Una dotación a todas luces escasísima. No se trata de incrementar también los médicos en la misma proporción que las camas, que crecen el 41,6% en la región, porque las guardias... cuantos más profesionales haya, menos tienen que hacer, y entonces no hay el día de libranza en la jornada siguiente... pero sí en torno al 25% más; aunque no queremos entrar en la cuantía sino en la necesidad de abordar este problema y mejorar las plantillas», añade Soto.

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Destaca esta central sindical que, «a lo largo de los últimos meses, la Consejería de Sanidad nos ha ido narrando, como un logro, el incremento de camas de UCI, que han pasado de 166 a 235, en toda la comunidad y que ha supuesto en algunos hospitales como el Clínico de Valladolid (más del 160%), el Hospital de León (más del 100%) o Segovía (60%) aumentos brutales por encima del 50%, sin que se haya el correspondiente número de intensivistas contratados».

A pesar de ello, «la relación camas de intensivos por 100.000 habitantes de Castilla y León (10,13) se sitúa, después de este gran aumento, en la media de España que tenía en 2017, según datos de la OCDE, lo que nos da una idea del importante déficit que se arrastraba», recoge el informe.

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Los hospitales de la comunidad y de España están infradotados comparados con los europeos

Y una cama de UCI requiere personal cualificado para atender a pacientes críticos. Sin embargo «han dejado escapar a algún mir que ha tenido que ponerse a trabajar por ejemplo en Urgencias pese a la escasez y necesidad de intensivistas que hay», recalca Soto.

«De la competencia de nuestros médicos y profesionales sanitarios, de su capacidad de trabajo, no hay ninguna duda porque han sido capaces de sacar adelante una situación crítica que nos llegó sin previo aviso, pero el número de intensivistas no se ha movido nada en estos meses a pesar del notable incremento en camas», precisa.

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El sindicato pide que se cubran las bajas y evitar perder personal

Desde finales del mes de mayo, fecha en la que salían los residentes de todas las especialidades, la Cesm «se hartó de pedir a la Gerencia Regional de Salud que ofreciera contratos atractivos a todos los residentes que finalizaban su formación, especialmente a los de especialidades relacionadas con la atención de la pandemia. Todas nuestras peticiones cayeron en saco roto y se ofrecieron contratos precarios, lo que derivó en poca captación de especialistas».

Por todo ello, el sindicato pide adecuar las dimensiones estructurales y funcionales de la Atención Primaria y de todos los servicios hospitalarios, sobre todo aquellas especialidades implicadas en la asistencia directa a la covid; un compromiso formal y escrito para cubrir las excedencias y bajas, mediante bolsa de empleo, mejorando también las condiciones laborales y la fidelización de los próximos residentes y evitar la pérdida de profesionales cualificados, todo ello ofreciendo condiciones de estabilidad laboral que permitan cubrir adecuadamente las plantillas.

«La falta de medios estructurales y humanos era un problema previo al Covid-19, y la evidente asimetría de recursos entre los diferentes centros hospitalarios de Sacyl es evidente. Hay servicios de determinados hospitales que están peor que otros».

«La realidad, en plena segunda ola de la pandemia, es que no solo no están concluidas todavía todas las obras e inversión comprometidas sino que –lo que es más grave en casi seis meses– no se ha aprovechado para aumentar el número de profesionales y ni siquiera se han ofertado vacantes o contratos de forma suficientemente atractiva para cubrir bajas, algunas por Covid, excedencias o simplemente retener profesionales que finalmente han tenido que irse a otros centros, gerencias e, incluso, comunidades».

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