Jesús Valdivieso empaqueta uno de los platos de la marca Go go Noodles, que se elabora en Las Francesas. Alberto Mingueza

Los restaurantes digitales de Valladolid ya sirven a domicilio más de una veintena de marcas

Las denominadas 'cocinas fantasma' se asientan en la ciudad bajo el amparo de grandes chef y grupos gastronómicos reconocidos

Marco Alonso

Valladolid

Miércoles, 28 de septiembre 2022, 00:06

Nacieron como único nicho de mercado de la hostelería durante la pandemia y parece que han llegado para quedarse. Las denominadas 'cocinas fantasma' -dark kitchen ... o delivery para los amantes de los anglicismos- ya elaboran cerca de veinte marcas diferentes en distintos establecimientos de Valladolid. La particularidad de estos lugares es que son restaurantes digitales, en los que los comensales pueden pedir por internet la comida y disfrutarla en su casa, después de recogerlos en el lugar en el que se elaboran o de esperar su llegada mediante una de las numerosas empresas de reparto que trabajan en la ciudad. Esta cocina está pensada para degustar en el salón de casa y no en el restaurante. Solo para venta a domicilio.

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¿Pero quién hay detrás de estas marcas? En muchos de los casos son grandes grupos hosteleros y en otros, incluso, se encuentran chefs de prestigio internacional, como Dani García, que acaba de inaugurar un restaurante en Dubai y su marca opera en Valladolid con un restaurante digital denominado La Gran Familia Mediterránea, que cuenta con una 'cocina fantasma' ubicada en Las Delicias.

Uno de los grandes grupos gastronómicos que trabaja en Valladolid con un restaurante digital es Al Tuntún, que -tras su éxito con locales físicos como La Pícara, el Lunático o el Angelillo- decidió abrir su propia línea de productos digitales. Tortillas, croquetas, pizzas y noodles son solo una pequeña muestra de lo que se puede recoger en su local del Centro Comercial Las Francesas, o recibir en casa gracias a diferentes empresas de envío de pedidos a través de repartidores. «Nuestro primer restaurante digital nació bajo la marca Bella Isabella. Buscamos de esta manera unas alternativas de facturación durante la pandemia», recuerda Rubén Valdivieso, que regenta el grupo junto a su hermano Jesús.

Al final, esa idea casi de subsistencia se ha convertido en una nueva línea de negocio que genera el 15% de la recaudación total del grupo gracias a cuatro marcas distintas. No obstante, el volumen de gastos de un negocio de este tipo no es tan bajo como puede parecer a simple vista, tal y como revela Rubén Valdivieso. «Te ahorras la parte de inversión del local, que en Valladolid está en unos 300.000 euros para un establecimiento de 150 metros cuadrados. Al abrir una 'cocina fantasma' no tienes que hacer ese desembolso inicial tan fuerte, pero el coste del reparto, del empaquetado y de la publicidad digital hacen que haya otra serie de pagos que no hay en restaurantes tradicionales. Los números del día a día son bastante parecidos porque el coste de personal de mesa es de un 30% y ese dinero es el mismo que tengo que pagar a la empresa que me lleva el producto», reconoce el gerente del Grupo Al Tuntún.

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Otra de las 'cocinas fantasma' que opera en Valladolid está ubicada en la calle Alemania, cerca de la Plaza de Toros. Allí se elaboran las hamburguesas 'Bronco' y los productos de 'Chito Burrito', que se sirven desde el 25 de agosto de la mano de Iván Pastor. «Echábamos de menos en la oferta de Valladolid un lugar que te llevase a casa una hamburguesa sencilla, sin florituras», explica Pastor, que cree que este tipo de oferta gastronómica no tiene aparejados, en Valladolid, los problemas de ruidos que han llevado a vecinos de grandes urbes a elevar quejas a los ayuntamientos. «Los fines de semana hay jaleo. Lo que está pasando en Madrid es que hay muchos negocios ubicados en la misma nave y hay pedidos de todos los locales. Aquí todo está cerca y muchos de los repartidores vienen en bicicleta, por lo que no se generan ruidos que molesten a los vecinos. No creo que lleguemos a tener esos problemas en Valladolid», añade.

Lucas García Montaner es el CEO del Grupo Moga. Lidera una empresa de la que dependen restaurantes físicos de éxito en Valladolid, como el Sabores, el Aquarium o el Rioluz y ahora trabaja con siete marcas virtuales, lo que le permite mantener el volumen de trabajo en momentos de poca actividad. «Esta es una manera de movilizar los días de diario. Los profesionales te piden tener una jornada completa y hay que darles 40 horas. Trabajamos muy bien en fin de semana, pero hay que completar entre semana y eso lo estamos consiguiendo gracias a las marcas virtuales», reconoce García Montaner.

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La hostelería se reinventa y, de esta manera, cada vez son más los negocios hosteleros que están por fin levantando la cabeza tras la larga crisis sanitaria que se cebó con sus negocios. «Incluso de algo tan negativo como la pandemia se puede sacar algo bueno», concluye Rubén Valdivieso, que mira al futuro con esperanza y con la tranquilidad que le da haber diversificado su negocio con un negocio que puede funcionar hasta durante un confinamiento.

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