Valladolid

La ruta de robos en bares suma otros dos asaltos y un botín global de más de 12.000 euros

Lograron llevarse miles de euros -más de 12.000 según las primeras estimaciones- procedentes de la recaudación de máquinas tragaperras y de tabaco y de las cajas registradoras, cuyos cajetines (hasta el momento se han localizado once en total) abandonaron más tarde, reventados y prácticamente vacíos, junto a una rotonda en Villanubla y en tierras de labranza a las afueras de La Seca.

A seis kilómetros de esta última localidad, en Serrada, las cámaras de seguridad del restaurante Sarmiento captaron a las 3:37 horas cómo, en apenas tres minutos, dos encapuchados forzaron la puerta la entrada y, con relativa tranquilidad (no evidencian muestras de nerviosismo ni se les ve moverse con rapidez), inspeccionaron con linternas y mazas el local en busca del botín. Consiguieron sustraer en torno a 3.000 euros, según las primeras valoraciones, de la recaudación de la máquina tragaperras, de tabaco y el dinero en efectivo del cajón inteligente de cobro automático que había tras la barra.

En torno a las 5:00 horas se produjo otro robo en un negocio hostelero de La Seca, en el bar Límite. Varios testigos vieron a tres personas, con pasamontañas y prendas de ropa oscuras, llegar hasta el negocio a bordo de un BMW de color negro. Se investiga si un cuarto ladrón se escondió en el aseo y esperó a que el local cerrara para abrir, desde dentro, al resto de asaltantes, ya que no había cerraduras forzadas ni daños aparentes y accedieron y salieron por una ventana. «Tardaron menos de tres minutos; en la registradora habría unos 300 euros en monedas y las máquinas, en general, los lunes que es cuando se recauda suelen tener unos mil euros», consideraba entonces el dueño, José Luis Rochas.

Un itinerario de robos en establecimientos de hostelería de la provincia de Valladolid que también se extendió hasta La Pedraja de Portillo. Concretamente, al restaurante El Raso, situado junto a la Nacional 601, en la estación de servicio que se encuentra justo enfrente de la urbanización Aldeamayor Golf. A las 2:55 horas, las cámaras de videovigilancia 'cazaron' a dos personas, que iban con pasamontañas e incluso «llevaban una careta», irrumpiendo en el local. «Están seis minutos dentro, intentaron abrir las tragaperras, pero no lo consiguieron, y se llevaron el cambio del cajón, unas monedillas porque después del asalto que sufrimos hace un mes y pico no solemos dejar dinero», apunta el propietario, que se muestra «absolutamente convencido» de que son los mismos autores que hace unas semanas robaron en el restaurante y se llevaron todo lo que pillaron a su paso. «Se les ve con la misma ropa, la forma de andar...», añade.

También siguieron el pasado lunes el mismo 'modus operandi': «Desde la una y media de la madrugada tengo imágenes de cómo se van preparando. Como la otra vez, entran por la parte de atrás, cortan la luz de las farolas, rompen la verja y ya empiezan con lo suyo», describe este hostelero.

Donde también hicieron 'parada' los ladrones en la madrugada del 7 de julio fue en Villanubla. Concretamente, sobre las 3:00 horas en el hostal Alba. A esa hora, un huésped escuchó «fuertes golpes». «Han reventado las persianas de metal y de madera y se han llevado la recaudación de la tragaperras, toda la máquina de tabaco que estaba llena, bastantes botellas de alcohol y también el cambio de la registradora», subrayaba entonces su gerente, María José Casquero, al tiempo que precisaba que fueron dos los ladrones «de complexión delgada» que desvalijaron el bar mientras otro más aguardaba en la puerta. «Salir no sé cómo salieron, pero nos han dejado la puerta sin bombín», añadió, al tiempo que insistió en que las grabaciones de seguridad del local captaron cómo estuvieron «en la puerta principal un rato».

Quienes también fueron víctimas de estos asaltos esa madrugada son los propietarios del bar El Sequillo de Medina de Rioseco. Los autores del robo, para entrar al bar, desbarataron la persiana metálica de la puerta principal, que había sido puesta nueva tras el último robo. A continuación, reventaron la cerradura de la puerta para, una vez en el interior, llevarse la recaudación de las dos máquinas tragaperras, sin tocar la de tabaco ni llevarse ninguna botella u otras pertenencias, según señaló su dueño, Jorge Rodríguez, que vive justo arriba junto a su madre pero que no escuchó ningún ruido extraño. «Es desesperante estar trabajando para esto; aunque entre el seguro, las pérdidas no dejan de ser cuantiosas», lamentaba. Precisamente, en este negocio situado a escasos metros de la Plaza Mayor, sufrió otro robo hace apenas ocho meses. Sobre las 2:00 horas del 26 de noviembre, autores desconocidos se llevaron la recaudación de las dos tragaperras tras forzar la verja exterior con un coche.

La Guardia Civil mantiene la investigación abierta para esclarecer lo sucedido, si bien las primeras informaciones apuntan a que detrás de estos robos están los mismos asaltantes. Precisamente, el instituto armado desarticuló, a finales del pasado mes de junio, dos grupos criminales dedicados al robo de máquinas tragaperras en bares y restaurantes de Valladolid. Ambos operaban con un 'modus operandi' similar: sustraían vehículos de la marca Seat y los utilizaban posteriormente en robos con fuerza en establecimientos, sobre todo del sector hostelero. Además, lograron recuperar diez vehículos y se incautaron otros dos.