El pequeño pueblo de Valladolid que se internacionaliza en verano

Otra historia bien diferente es cuando llega el verano y de manera en particular las fiestas de Santa Brígida. La imagen que muestra la localidad nada tiene que ver con la estampa invernal. De hecho, en este periodo estival el municipio ha congregado durante estos días a unas 160 personas.

El dato en sí es ya significativo, pero no es lo único que llama la atención. El fenómeno del pueblo de Fuente Olmedo resulta incluso hasta curioso, digno de un estudio demográfico, pero con un componente añadido: el de la diversidad, logrando aunar una mezcla más propia de una reunión de la ONU. Algo tienen en común. Fomentan las relaciones y logran la cooperación.

Los vecinos del pueblo han estado acompañados durante estas fiestas por personas de Suiza, Países Bajos, Estados Unidos, Bruselas, Italia, Argentina, y también por jóvenes españoles que viven en el extranjero, además de vascos, catalanes, valencianos... Mezcla un tanto curiosa. Tan diferentes, pero unidos por una causa común. Todos ellos compartiendo mesa, mantel, vivencias, sonrisas… evocando en esos días festivos recuerdos de pasados veranos.

Fuente Olmedo es uno de esos municipios en el que los vecinos forman un ambiente de lo más familiar, cercano, humano... algo inusual e incluso extraño en las grandes urbes en estos tiempos. No hay bares, tampoco comercios y las comunicaciones con los móviles podrían ser mejores. Tampoco hay hoteles por lo que todas estas personas se alojan en las casas de los vecinos lo que fomenta las relaciones personales. «Todo el mundo habla con todo el mundo, algo a lo que no estamos acostumbrados, sobre todo la gente mayor, un tanto reacia a tratar con forasteros», comenta Miriam García-Albi Gil de Biedma. «Y todos aportan, todos colaboran», añade.

Los siete hermanos que componen la familia García-Albi Gil de Biedma (sobrinos del poeta) tienen casa en Fuente Olmedo. Aunque hace tiempo vendieron el hogar familiar en Nava de la Asunción, la localidad vallisoletana se ha convertido en el epicentro de sus vidas, aunque residan habitualmente lejos de ella. Es una familia amplia que recibe a parientes y a amigos constantemente. «Es lo que tiene ser familia numerosa».

También ha empezado a llegar al municipio gente nueva, personas de otros lugares y con el paso del tiempo se ha logrado formar un grupo muy diverso y enriquecedor. Y entre los propios vecinos y los visitantes se ha forjado un fuerte vínculo con la cultura, como también lo demuestran las jornadas culturales promovidas por la Factoría Cultural Martínez, dirigida por Inés García Albi-Gil de Biedma, organizando un ciclo de conferencias bajo el título de 'Ancha es Castilla' que trae a esta localidad conferenciantes y personas llegadas de diferentes lugares de España.

Este año no han faltado los pañuelos conmemorativos de las fiestas y en toda fiesta que se precie, dentro de los actos no podían faltar las actuaciones. El joven bailaor Antonio Montes volvió a cautivar a los vecinos de Fuente Olmedo. Vino como invitado, se subió a un escenario improvisado y lució la magia y el arte del flamenco en un entorno familiar y muy cercano.

Y para mantener viva la tradición, todo aquel que visita por primera vez la localidad es arrojado al pilón. Es su peculiar bautismo. De esa forma ya se puede decir que «es de Fuente Olmedo».