El origen de la explosión en el chalet de Medina del Campo fueron tres botes de disolvente

A pesar del despliegue de medios, todo se ha quedado en un susto. Sobre todo, apuntan los mismo testigos, por la cantidad de humo negro que salía desde el garaje. Allí se hallaban los tres botes de disolvente, cuya deflagración ha originado también una gran temperatura en el interior del inmueble. Precisamente fue al abrir una de las puertas de acceso al garaje cuando dos de los pintores, de 36 y 37 años, sufrieron heridas leves y que tras ser valorados fueron derivados al Hospital Comarcal de Medina del Campo por protocolo.

De igual manera, una tercer trabajador también ha precisado de asistencia sanitaria, si bien ha recibido el alta en las inmediaciones del chalet afectado.

Además de emergencias sanitarias, también acudieron al lugar de la explosión la Policía Municipal de la localidad, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y Bomberos de la Diputación. Estos últimos completaron toda su intervención en unos 30 minutos, tiempo en el que sofocaron el incendio en los botes con espuma (a esos productos no se les puede echar agua).

A partir de ese momento se completaron acciones de ventilación a la espera de que la Policía Científica, que ha llegado a media mañana a la vivienda para certificar las causas de la explosión.

Cuando se desencadenado la deflagración, además de los operarios se encontraba también el propietario del nuevo inmueble, quien se mostraba tranquilo a pesar de que la conclusión de las obras se demorarán unas semanas. Asimismo, ha declinado hacer cualquier tipo de valoración al considerar que la explosión fue «pequeña».

Así lo atestiguaron también fuentes de la Policía Nacional, sobre todo al comunicarles que en el futuro chalet no había instalación de gas.

El primer aviso, según ha informado el 112, ha entrado minutos antes de las 10:00 horas de este martes. A pesar de que en un inicio se ha detallado que no había heridos, no fue hasta la llegada de la Policía Municipal la que ha certificado que dos de los pintores registraban quemaduras en los brazos, por lo que se ha solicitado la presencia de las ambulancias. Asimismo se ha atendido también a un trabajador de 54 años, que fue dado de alta en la misma vivienda.

En cuestión de minutos el incendio se había quedado en un susto y en la confluencia de las calles Cervantes con Miguel Delibes ya no había rastro de sanitarios, bomberos y policías (la Científica ha llegado más tarde). Era el momento para que la compañía de seguros valorase unos daños que a simple vista se centraban en la zona del garaje, con una puerta desencajada, si bien no se pudo precisar si fue por las altas temperaturas registradas en el interior o por los efectos de la pequeña explosión.