

Secciones
Servicios
Destacamos
La presentación de un libro sobre la historia de un pueblo es un importante acontecimiento local, ya que supone perpetuar su pasasdo, no solo como ... signo de consolidar su identidad, sino como faro que guíe su presente e ilmune su futuro. Algo que ha vivido este domingo la localidad de La Mudarra con la presentación de «La Mudarra, la historia, mi historia», que ha sido escrito por el profesor jubilado de Rioseco y antiguo vecino del municipio Justino Rodríguez Poncela.
Para un momento tan importante se eligió que la puesta de largo del libro se llevará a cabo con motivo de la celebración de fiesta tan señalada como La Pasquilla, en la que se conmemora cuando el pueblo dejó de ser dependiente de Medina de Rioseco, desde el punto de vista religioso, en 1792. Ante numeroso vecinos, familiares y allegados, Justino Rodríguez Poncela explicó la coletilla de «la historia, mi historia» del título, porque «esta es mi historia, esta es la mía y todo está documentado», en referencia a que el libro está realizado «bajo el punto de vista personal de su autor». Además explicó que han sido muchos años de búsqueda de información visual y escrita sobre todo lo acontecido en el pueblo y que finaliza con esta publicación que, como figura en una de sus solapas, «es la culminación de un autoimpuesto reto personal». Un libro en el que se quiere «reflejar su historia desde siempre y como entidad independiente de Medina de Rioseco desde hace 169 años». En todo caso, «una satisfacción y un honor el haber poder publicar este libro sobre el pueblo al que llegó siendo un niño, que añoró en sus años de internado de joven, que abandonó por motivos profesionales de adulto y al que dedicó mucho de su tiempo de mayor. Toda una vida en su memoria y ya para siempre», según se expresa en la contraportada.
«Aquí hay un buen paseo por los últimos cinco siglos de La Mudarra. Un paseo que Justino ha empedrado de sucesos y hechos para que no se le desdibuje el camino a quien lo quiera caminar», según expresa en el prólogo del libro el presidente de la Fundación Godofredo Garabito Gregorio, con sede en La Mudarra, quien, junto al alcalde de la localidad, Ildefonso Gregorio, participó en la presentación, asegurando que «dudo que haya nadie que se haya pateado tanto La Mudarra y hablado con toda su gente», por lo que pidió por dos veces un fuerte aplauso para el autor del libro.
Con 419 páginas, la publicación consta de siete capítulos. Los dos primeros se centran en los tiempos primeros del pueblo; el tercero habla del foro de 1690, cuando los habitantes del barrio de La Mudarra arrendaron el término a Medina de Rioseco con la firma de un documento que a cambio exigía un pago anual en especies; en el cuarto se hace referencia a acuerdos municipales, «como la mejor manera de conocer un pueblo»; el quinto se centra en los principales edificios de la localidad, como el Ayuntamiento, la iglesia, al escuela, la central eléctrica, el cuartel de la Guardia Civil o la Casa Grande; el sexto recuerda los acontecimientos más importantes, y el séptimo hace un recorrido por los oficios, como tenderos, albañiles, mesoneros, canteros o guardagujas, entre otros muchos. Un paseo por la historia de su querido pueblo que su autor reconoce que «no habría sido posible sin la colaboración de muchos vecinos y amigos de La Mudarra que con sus testimonios han contribuido a completar alguno de los capítulos».
Rodríguez Poncela manifestó que, además de la historia de las construcciones públicas y privadas, de los acontecimientos reseñables, de las dificultades económicas, de las tradiciones, el libro, sobre todo, se centra en «los personajes y gentes a los que se quiere nombrar y reflejar, como homenaje a su memoria porque fueron los que hicieron posible que el pueblo siguiera adelante y hoy sea la realidad que todos hemos conocido y conocemos». No dejó de recordar el veterano cronista de La Mudarra que algunos hechos descritos ya son conocidos. Sus publicaciones desde hace años en diversos medios escritos y digitales con contenidos históricos y tradicionales del pueblo, han servido para que alguna de las partes del libro sean conocidas, pero además han sido uno de los soportes utilizados para formar parte de algunos de sus capítulos
Natural del pueblo vallisoletano de Bercero, Justino Rodríguez Poncela llegó a La Mudarra en 1956 cuando su padre, Crisóstomo Rodríguez, fue destinado como trabajador de la subestación eléctrica. Tras sus años de infancia y juventud en el pueblo, intercalado con cursos de internado por diversos colegios nacionales, comenzó a trabajar en 1976 como profesor y director en la recién creada sección de Formación Profesional de Medina de Rioseco. Un año después, contrajo matrimonio en La Mudarra con Mercedes Serrano, hija de otro empleado de la subestación, y es también allí donde sus hijos mayores, Fernando y Patricia, dieron sus primeros pasos.
Tras toda una vida dedicada a la docencia, se jubiló en 2001.Aunque residente en Medina de Rioseco, su vinculación con La Mudarra nunca cesó. Fue en 1979 cuando el entonces alcalde mudarreño Eladio Álvarez, amigo de la infancia, le nombró pregonero de las fiestas patronales de San Antonio, encomienda para la que recabó información sobre el pueblo para intentar hacerlo lo mejor posible. En agradecimiento al pueblo por tan alto honor, creó una página web, de las pocas que existían por entonces, y para completar su información buscó documentación escrita y visual, que ha ido completando año tras año. Esa información le ha permitido poseer actualmente un inmenso archivo gráfico, visual y sonoro de La Mudarra que ha compartido con los vecinos a través de publicaciones escritas y visuales, y que ahora recoge el libro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.