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Participantes en la sesión nocturna 'Alerta Ovni' en El Teso de Villalbarba Carlos Espeso

Buscan OVNIS en Casasola

La frontera entre Valladolid y Zamora, la nueva Área 51 española

Casasola de Arión se convierte en punto de encuentro para creyentes, escépticos y testigos del fenómeno OVNI

Laura Negro

Valladolid

Domingo, 13 de julio 2025, 17:45

Casasola de Arión se convirtió el sábado en la meca para los amantes del fenómeno ovni. El espacio cultural Don de Gentes acogió la presentación ... oficial del equipo de investigación Kilómetro OVNI, integrado por Nando Domínguez y Miguel Ángel Moyano, quienes se han propuesto acercar el fenómeno OVNI al gran público de Castilla y León y legitimar una disciplina aún vista por muchos como marginal, la ufología.

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Curiosos, escépticos, entendidos en la materia, investigadores y creadores de contenido, se acercaron hasta este municipio para adentrarse en el fascinante mundo de los Objetos Voladores No Identificados. El objetivo, como explicaron los organizadores, es «generar comunidad, compartir conocimientos y fomentar una aproximación abierta pero crítica al fenómeno OVNI», dijeron conscientes del escepticismo que les rodea.

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Miguel Ángel Moyano y Nando Domínguez en el espacio Don de Gentes en Casasola C. Espeso

Domínguez y Moyano se definen a sí mismos como dos «locos que andan por la zona indagando y buscando historias». Su pasión por la ufología les ha unido para rescatar evidencias y relatos que, de otro modo, quedarían en el olvido. Miguel Ángel Moyano, de Valladolid, trabaja en el sector de la automoción. Su interés por la ufología surgió de manera repentina hace pocos años, aunque siempre le había atraído el tema. Reconoce «haber visto cosas» y haber tenido «varias experiencias llamativas», que nunca había dado importancia. Ahora esta afición le llena por completo.

Nando Domínguez es natural de Morales de Toro (Zamora) y trabaja en una asociación de enfermedades raras. Él sintió la atracción por estos temas desde muy pequeño. Un recuerdo de infancia de luces en el cielo, que luego resultó ser un láser de discoteca, fue la chispa que encendió esta pasión. Sin embargo, la verdadera revelación le llegó en 2010, cuando presenció una esfera enorme, plateada y estática, del tamaño aproximado de un coche, que se metió en una nube y no volvió a salir. Aquello le llevó a escribir el libro 'Ufología histórica de Zamora', que recopila casos de la prensa zamorana, y a colaborar con la revista Más Allá, donde tiene su propia sección.

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Zamora y Valladolid, un importante 'hotspot ufológico'

La elección de Casasola de Arión como sede del evento no fue casual. Esta localidad es limítrofe entre las provincias de Zamora y Valladolid, que son consideradas por muchos como un «hotspot ufológico». Localidades como Morales de Toro, Villalar de los Comuneros, San Román de Hornija, Villalbarba y la propia Casasola de Arión han registrado a lo largo de los años múltiples casos de luces misteriosas y encuentros con entidades y fenómenos inexplicables. Villalbarba destaca en particular por su elevado índice de avistamientos, lo que la ha convertido en un referente para investigadores como Moyano y Domínguez. «Ésta es una zona con una alta fenomenología OVNI y estamos investigando por qué ocurre esto. Es posible que aquí haya una energía que todavía no conozcamos«, comentan ambos. También han encontrado casos de »contactismo« y »seguimiento« de personas.

Moyano y Domínguez durante su conferencia en el espacio Don de Gentes C. Espeso

Durante la conferencia presentaron algunos de los casos más impactantes que han investigado y confirmado con testigos. «Lo que queremos es transformar leyendas en realidades documentadas», aseguraron. Uno de los casos más fascinantes que han ocupado muchas de sus horas dedicadas al estudio fue el de los Hombres-Chopo de Castronuño, que tuvo lugar en 1985. Domínguez y Moyano contactaron con César Gómez, un pastor del pueblo que tuvo un encuentro cercano con tres seres de grandes dimensiones, uno de ellos de tres metros de altura, en la Ribera del Duero. Estos seres le dieron un mensaje muy personal que él ha mantenido en secreto durante todos estos años. Otro caso destacado y considerado como uno de los más asombrosos de Europa según estos expertos, fue el ocurrido en 1975 en Los Villasteres, en Pedrosa del Rey, cuando el agricultor, Emiliano Velasco Báez, fue agredido por un OVNI que dio unas 30 vueltas alrededor de su tractor y lanzó un rayo láser que dejó un agujero perfecto en el cristal. «El agricultor falleció tres años después. Al indagar sobre este caso encontramos nuevos testigos confirmando la veracidad del suceso», relataron. Varios asistentes a la conferencia, procedentes de la zona, aportaron nuevos datos, indicando que «los tractores que pasan por allí se quedan parados debido a una carga magnética«.

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Otro caso que relataron fue el acaecido en 2023 y protagonizado por dos hermanas agricultoras de Villalbarba que mientras cambiaban el riego vieron en el cielo lo que parecía una estrella fugaz que se transformó en «una nave grandísima«, del tamaño de un campo de fútbol y que volaba a solo 4 o 5 metros de altura. «Ambas experimentaron una pérdida de tiempo de 45 minutos y gran agotamiento físico. Una regresión reveló que una de ellas había salido del coche y, posiblemente, subió a la nave por una rampa de luz, aunque la regresión no pudo ir más allá», señalaron Domínguez y Moyano, para quienes es crucial »dar importancia al testimonio y al testigo, porque mucha gente que ha vivido estos encuentros lo pasa mal e incluso acude a terapia. Que alguien les escuche, les crea y les respete es importante. Les hace sentirse aliviados».

Como broche final del evento, al anochecer se celebró una Alerta OVNI, una observación colectiva del cielo desde El Teso de Villalbarba. Provistos de rayos láser, visores nocturnos, linternas, sillas de camping, mantas y también paraguas, Miguel Ángel y Nando invitaron a los asistentes a subir a un montículo en esta zona alta de avistamientos para, si la fortuna sonreía, «ser testigo de lo inexplicable». La lluvia y las nubes impidieron que la actividad pudiera disfrutarse al máximo. «Está claro que hay una inteligencia superior detrás de todo que controla a los testigos en ciertas ocasiones, sus emociones y miedos e incluso el espacio y el tiempo, provocando a veces, en algunas personas, que todo a su alrededor se pare», comentaron. También lamentaron la trivialización del tema por parte de muchos.

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Numerosos entendidos, curiosos y también excepticos participaron en esta jornada. Aquí desplazándose hasta Teso de Villalbarba C. Espeso

Experiencias inexplicables

Entre los asistentes a esta cita hubo quien se animó a relatar sus propias experiencias, todas ellas, del todo inexplicables. Es el caso de Ildefonso A. M. de Zamora, quien tras un día de baño en el Lago de Sanabria con toda su familia vio como una luz inusualmente grande apareció entre los pinos. «Parecía una luna, pero sin sombras… blanca como un fluorescente», recuerda. «Yo paré el coche. Los niños lloraban del miedo y mi mujer me pedía volver y yo mentalmente me dije: 'si es verdad lo que estamos viendo, que este objeto se acerque'… y entonces comenzó a moverse lentamente hacia nosotros». Aquel objeto, inmóvil al principio, se fue desplazando como respondiendo a su pensamiento. «No sentí miedo. Era como una calma rara. Los niños estaban nerviosos, pero yo… no sé explicarlo. Es algo que no se olvida», sentencia este zamorano que ha vivido varios encuentros más, el más reciente en 2024, cuando vio en el cielo una gran esfera anaranjada. «Al contar estas cosas la gente se ríe, te dice que bebes o que estás loco. Pero yo no bebo, no voy a bares. Solo sé lo que viví», dice.

Enrique Rodríguez, de Casasola de Arión, recuerda los años 70 como una época en la que, «todo el mundo veía cosas en el cielo» y las luces extrañas eran casi tema común entre los vecinos del pueblo. «Yo tenía 20 años y viajaba en coche hacia Madrid, muy temprano, en plena oscuridad. Una luz me acompañó un buen trecho sin que hubiera más vehículos en la carretera. Desapareció de golpe. No había desvíos, ni a izquierda ni a derecha. Me pareció rarísimo», cuenta. Años más tarde, volvió a vivir algo similar regresando de Murcia. Una luz apareció detrás de su coche, y lo siguió durante kilómetros. «Era una carretera despoblada, paralela al Tajo. Íbamos mi mujer y yo. Nos siguió bastante rato, y luego desapareció sin dejar rastro». Aquella experiencia, dice, les dejó perplejos. No había ninguna explicación lógica. «Yo no sé si eso era un ovni, no fue un encuentro directo... pero sí que fue raro. Desde que me pasó, no dejo de mirar al cielo», reconoce Enrique.

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Por su parte, Maika Martínez, que acudió al evento desde Asturias, contó que en Viveiro (Lugo), estando con un grupo de amigas, «vimos una luz que parecía encenderse y apagarse. No sabíamos si era una sola luz o varias que cambiaban de sitio. Se movían, y cada vez se veían más cerca. De repente una de ellas se hizo más grande, como si se acercara a nosotras y lo que hicimos fue salir corriendo», concluye.

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