Valladolid

Profesores y alumnos 'hacen equipo' para prevenir y actuar ante casos de acoso escolar

Enseñan a los chavales (unos tres por aula) aspectos tan útiles como saber interpretar el lenguaje verbal y no verbal de los compañeros, la diferencia entre conflicto y acoso, el identificar diferentes emociones, conocimientos sobre cómo comprender la empatía o la asertividad y siempre con el consenso del grupo. Otro aspecto trabajado es el de tomar decisiones en grupo, por eso se llaman Equipos de Ayuda. Esos alumnos después irán extendiendo y compartiendo las habilidades y conocimientos adquiridos al resto. «Estos Equipos de Ayuda sirven para crear esa cultura de la tolerancia en los centros y está demostrado que mejoran la convivencia», comenta el psicólogo.

Apuesta por la resolución de conflictos y la prevención del bullying desde una perspectiva moral, porque la educación no solo consiste en saber de matemáticas, lengua o historia, también consiste en aprender a resolver los conflictos y desafíos emocionales que se presentan en la etapa escolar para lograr una mejor convivencia en las aulas. «Está demostrado con estudios y publicaciones que una buena o mala convivencia en el aula puede influir de forma directa en los resultados académicos de los estudiantes».

Institutos como el de Portillo o La Cistérniga o colegios de Educación Primaria como el Francisco Pino en Valladolid tienen este modelo de Equipos de Ayuda, que abarca más de cien centros educativos en España y el extranjero, un total de seis en Valladolid, que cuentan con Equipos de Ayuda (alumnos) y Equipos de Convivencia (docentes) para prevenir, detectar y resolver cualquier situación de acoso.

«El acoso es algo de lo que no se habla, por eso es importante crear estructuras de convivencia en todos los colegios, que vaya más allá de las aulas y del claustro», apunta Avilés, quien plantea uno de los retos a los que se enfrentan. «El problema es que no hay suficiente personal con horas lectivas como para poder implicarse en estos Equipos de Convivencia y esto es algo que tendría que solventar la administración educativa. El papel del profesorado es crucial», expone.

A su juicio, estructuralmente las cosas no han cambiado demasiado en los últimos años, por eso, piden desde EAsenRED, «un mayor protagonismo e implicación en la prevención del acoso por parte de toda la comunidad educativa, alumnado, profesorado y en especial por parte de las familias de los estudiantes y de la administración educativa. Está comprobado que no hay suficiente acompañamiento en ambos casos».

Desde la Red están preocupados por el protagonismo y la voz que están tomando ciertas asociaciones ante casos de acoso mediáticos. «Tienen que ser los agentes educativos los que se encarguen de su prevención, tratamiento y evolución». El presidente de la Red se muestra preocupado por las propuestas de endurecimiento de la norma. «Es un error quedarse simplemente en activar los protocolos o endurecer las leyes como solución mágica al problema, porque es ponerse una venda y tratar de reparar algo cuando es tarde, una vez que ya ha sucedido. Son necesarias más formación y más prevención».

Desde EAsenRED hacen también un llamamiento a todos los centros de Valladolid. «Es muy importante que los estudiantes no se queden de brazos cruzados, que asuman el protagonismo en la gestión de su propia convivencia y se formen para saber cómo tienen que actuar ante el acoso», finaliza Avilés.